El año pasado tuvimos noticias de una nueva formación australiana integrada por ilustres de la escena de jangle pop más radiante, todos ellos unidos por lazos familiares y sentimentales. Por un lado nos encontramos a las hermanas Ambrin y Anila Hasnain, quienes integran Cool Sounds y Studio Magic, respectivamente. A ellas se unieron también sus parejas Dainis Lacey (también presente en Cool Sounds) y el incombustible Lachlan Denton (The Ocean Party), formando de este modo un cuarteto que tiene una visión musical muy definida. El resultado de esta unión se ha hecho patente en poco tiempo en un LP que cumple las expectativas en todo lo relativo a lo que se espera de estas personalidades musicales. Facturando de este modo unas canciones sin prisa, bien mecidas por arreglos sencillos y dando especial importancia a todo lo que implicar sentir que formas parte de un hogar definido de la forma menos convencional, Partner Look nos dejan planteamientos honestos de la etapa vital en la que se encuentran. Así es como nos hacen ver que su música no está movida por ningún tipo de ambición más allá de plasmar en palabras y sonoridades lo necesario que resulta establecer vínculos sólidos con los que tienes a tu alrededor.
Algo que llama la atención de este trabajo es la forma en los miembros del grupo se reparten el protagonismo en las canciones, intercambiando de este modo los apartados vocales y el peso que tiene el instrumento que interpretan cada uno. Solo así es posible lograr un bonito equilibrio entre la parte más relacionada con un soft pop de tono ensoñador y todo lo que implica dar rienda suelta a unas guitarras que beben más del reprís de la canción americana. Dos vertientes que se fusionan a lo largo de la referencia y sirven para ir desgranando todas esas vivencias ocurrentes que sabes que solo pueden tener lugar con las personas que resultan más importantes en tu vida. Desde viajes motivados tan solo por el afán de escapar del tedio hasta celebraciones completamente espontáneas en las que realmente no sabes muy bien que es lo que estás festejando. Todo este tipo de relatos van a tener su protagonismo en la música de un grupo que huye de reflejar cualquier lado dramático, pero que al mismo tiempo siempre trata de dejar algunas preguntas en el aire con las que sumirnos en si sabemos realmente valorar los aspectos positivos de nuestra vida.
Analizando a fondo toda la variedad que nos ofrece el disco, podemos afirmar que la estructura presentada no posee ningún patrón claro, alternando los momentos de mayor euforia como los de la inicial ‘Partner Look’, junto con aquellos otros en los que buscan reflejar situaciones que encierran una cierta añoranza, despojándose eso sí, de todo lo que pueda implicar sentirse nostálgico. Precisamente esa fortaleza y optimismo que reside a lo largo del disco es algo que convierte la referencia en un perfecto ejemplo de como tratar de apoyarse siempre en quien te resulta cercano, representando de esta forma una acertada filosofía de vida con la que tratar que las cosas puedan ir a mejor. Si a esto le sumas una forma de encontrar una vía de escape incluso a las preguntas más existenciales que asaltan en canciones como ‘Speed Limit’, obtenemos un disco cuya escucha tiene un claro efecto terapéutico. Aunque nunca sabremos si realmente este era el objetivo del grupo, lo que queda claro es que las canciones de su LP debut contienen múltiples lecturas que siempre acaban apuntando hacia una dirección bastante positiva.


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