Crónica

Los Punsetes · Marcelo Criminal

Apolo

20/05/2022



Por -

Tener que escribir una crónica,  incluso una nota a pie de página, sobre un concierto de Los Punsetes es sumergirte en una especie de running gag, en eso que ellos más odian, que tu más odias, e incluso en lo que la persona que peor te cae más odia. Tienes que dar tu opinión de mierda sobre un grupo que ya se ha reído de ti por hacerlo. Se han reído de ti antes de que lo hagas. Y tú lo sabes, porque te mueres por corear precisamente esa canción. Tenso ¿eh? Pero a veces, una se mete en unos fregao’s que ni pa’que. Así que allá vamos.

El pasado 21 de mayo, en la Sala Apolo de Barcelona, se reunieron todas aquellas personas que disfrutan bailando su enfado, desgaste y hastío por el mundo. Un concierto de Los Punsetes, que contaba con el cantante favorito de tu cantante favorito como telonero, aka. Marcelo Criminal. Las salas medio vacías durante los teloneros son cosa prácticamente mandatoria en la ciudad condal. Pero los que estábamos, estábamos a conciencia. Un público que no iba muy acorde a su edad, pero que compartía el sentimiento. Borrachos y locos y ese grupito que con Perdona (ahora sí que sí) no pudo evitar preguntarse entre elles si esa era la de Amaia. No falla. Un buen concierto, cantar lo justo para no aburrirse.

Un par de rondas de cervezas y la sala ya está llena de gente que vivió la era los trabajos que tendréis no se han inventado de forma no irónica. Salen los Punsetes. ¿Qué decir? Cuatro indies y ARIADNA. Te puede hacer rabia, te puede encantar pero es imposible que te deje indiferente. Estoica. Una columna. Inamovible. Apostaría a que es la persona con la mayor capacidad para clavar sus pies en el suelo y no mover ni un solo músculo. Esto podría ser menos relevante si no fuera por sus looks, en este caso un cardado de medio metro que Alaska desearía y un vestido de novia del Humana. Adoramos.

Mientras que un par de chavales decían de avanzar, pero no mucho, que no sea que parezcan groupies -classic Barcelona- abrieron el concierto a ritmo de su último trabajo Todo El Mundo Quiere Hacerte Daño. Una de las cosas que demuestra que su carrera ha estado sembrada de hits, y de fans más que fieles, es que pueden empalmar Shiseido (2021) con Dos policías (2008) y todo el mundo las corea por igual. Aunque sabiendo que la siguiente fue Opinión de Mierda, a ellos más bien fingirán que eso les da igual. El ambiente de guitarras se fue calentando con Mabuse y Dinero, de aquella manera que se caliente una noche que sabes cuando empieza pero no cuando acaba.

Toda persona merece dejar de ser the grown one de vez en cuando y señalar con el dedo a quien le da por culo, así que supongo que por eso escribieron Vas hablando mal de mi. Un himno a los cansinos que son muy pesados. La noche siguió enérgica - y Ariadna inamovible- pasando por Alférez provisional, Tráfico de órganos de iglesia, Un corte limpio y Museo de Historia Natural. Vinieron también Pinta de tarao, que hasta la chica que parece nunca emocionarse, se emocionó al darse cuenta que nunca la había visto en directo, y 155 ¡qué decir! la broma en Barcelona se explica sola.

El concierto llegaba a su final pero fue en este último tramo cuando regaló los mejores momentos. Empieza a sonar Idiota, una canción más que necesaria para sobrellevar la vida, y la gente siente una necesidad imperiosa para pedirle fotos a Marcelo Criminal -que estaba pululando entre por ahí- mientras que la gente se empezaba a preparar para poguear. Mi ciela, si la quinta foto en medio de saltitos te sale borrosa, seguramente si que seas un poco idota por probar una sexta. En un giro un poco extraño, tocaron Estrella distante. Preciosa siempre, un poco desubicada también. Y entonces la guitarra veraniega, la de decir mira a tomar por culo, la de esta vez sí que no paso por aquí de Tus amigos empezó a sonar. El público enloqueció. La gente se abalanzó hacia el escenario, se formó un pogo y todo el mundo berreó eso que ya sabemos. Supongo que en la ciudad condal no somos mucho de tolerar a ciertos especímenes pero seguimos queriendo mucho. Es fa el que es pot. El estallido final lo preparó Arsenal de Excusas para estallar en EL himno de festival ¡VIVA! ¡VIVA! ¡VIVA! [...]¡Y A LA MIERDA CON ESTA MIERDA! Si se viene a un concierto de Los Punsetes es para celebrar lo malo, lo regular, lo que ya-estamos-otra-vez-en-las-mismas, y convertir la rabia en un baile colectivo. Y sobre todo se viene a ver como Ariadna se larga en silencio y tú te quedas con esas letras resonando para aguantar otro día más.

Eva

Graduada en Comunicación Audiovisual sin haber hecho una película intimista de firma UPF. Movidas, música y miseria humana. No me toméis mucho enserio pero recordad beber agua.