El dúo chileno formado por Ives Sepúlveda y Manuel Parra cumplen diez años desde que fundaron The Holydrug Couple, entregándonos uno de esos trabajos completamente inspirados en el que cada canción cumple su misión a la perfección. Debido a ello seguramente estamos ante el LP definitivo del grupo, su disco más redondo en el que no ponen ninguna contención a la hora de desarrollar un vívido psych pop. Emergiendo con ímpetu y buscando en todo momento un cariz más luminoso que en anteriores entregas del corte a Moonlust, esta nueva referencia se guía más que nunca por las melodías vagas y difuminadas, aquellas de efecto narcótico inmediato pero que en todo momento conservan una melodía nítida con la que poder avanzar en los temas. Estamos por lo tanto ante uno de esos trabajos meticulosos donde la superposición de sonidos no sirve para alcanzar una atmósfera densa como en referencias pasadas, sino más bien para intentar clarificarlo todo al máximo. Una senda que por momentos nos recuerda a los experimentos de bandas como MGMT, solo que en este caso The Holydrug Couplen tratan casi siempre de partir de elementos atmosféricos para asentar las bases de sus canciones.

El carácter espontáneo que rodea las canciones supone uno de los grandes atractivos del trabajo, ya que en todo momento no tenemos la sensación de aferrarse a estructuras rígidas, intentando cumplir con aquello de alcanzar el estribillo más brillante. En esta ocasión han decidido que es mejor que a lo largo de cada canción todo parezca inexplorado, controlando a la perfección los momentos de intensidad como bien ocurre en ‘Ill Only Say This’. Así es como las voces de carácter lánguido se van entremezclando con unos sintetizadores de lo más cambiantes, recorriendo el espectro que va desde lo rítmicamente constante hasta el protagonismo de la melodía principal como bien ocurre en ‘Waterfalls’. Precisamente este tema resulta uno de los más llamativos del trabajo, adoptando el encanto por los falsetes cercanos al glam rock menos estridente mientras que al mismo tiempo saben cómo conservar un cierto carácter espacial durante todo el tema. Así es como vuelven a ejemplificar lo gustosa que resulta una canción con un montón de elementos si estos resultan reconocibles en todo momento. Más momentos de especial interés a lo largo del disco llegan con ‘Ikebana Telephone Line’, una de las pocas canciones donde el carácter hipnótico hace acto de presencia, llegando unas modulaciones que poco a poco se hacen dueñas del tema hasta que lo acaban por diluir.

Como buen disco de psicodelia que se preste, este Hyper Super Mega también tiene esos momentos donde el recogimiento parece tomarlo todo para acercarnos a una cara más lisérgica. Este es el caso de ‘Easy’, otro interesante tema que destaca precisamente por su linealidad, logrando que cada pequeña variación introducida llame nuestra atención, primando de una vez por todas los ambientes más apagados. Continuando con este camino en el que parecen aminorar el pie del acelerador a la hora de mostrarnos sus recursos, la recta final del trabajo destaca por una mayor sobriedad, escogiendo muy bien aquellos detalles con los que conquistar al oyente. Buen ejemplo puede resultar ‘Hotel Cache’, siendo capaces de sacar una melodía muy propia del pop setentero francés que más ha tirado siempre hacia el lado cinematográfico. Una nueva muestra de cómo el abanico de los chilenos se extiende en múltiples direcciones siempre de carácter psicotrópico, ya que de una forma o de otra, estos temas sacan a relucir percepciones cambiantes sobre las situaciones más desinhibidas.