Moontype han tejido con 'I Let the Wind Push Down On Me' un disco que respira, late y se expande. El cuarteto de Chicago ha construido un mundo sonoro donde cada nota, cada silencio y cada palabra fluyen con una naturalidad que atrapa desde el primer instante. Once canciones que navegan entre la nostalgia y la reinvención, creando un equilibrio perfecto entre lo íntimo y lo universal.

El álbum despierta con 'How I Used To Dance', una pieza que actúa como un susurro inicial, una invitación a adentrarse en un paisaje de recuerdos y rituales. La voz de Margaret McCarthy flota sobre una base mínima, envolviendo al oyente en una atmósfera cálida y melancólica. Es una introducción que promete un viaje, y el disco cumple con creces.

'Long Country' despliega su magia a través de contrastes. La melodía serena da paso a giros inesperados, donde las guitarras de Joe Suihkonen y Andrew Clinkman tejen texturas que brillan y se retuercen. El bajo de McCarthy y la batería de Emerson Hunton sostienen el ritmo con una precisión que permite a la canción respirar, crecer y transformarse. Es una de esas composiciones que revelan nuevas capas con cada escucha.

La brevedad de 'Click Clack' es engañosa. En poco más de un minuto, el grupo captura la esencia de lo cotidiano, transformando el simple movimiento de un pez en su pecera en una metáfora de pequeños rituales que dan sentido a la vida. La sencillez de la letra contrasta con la profundidad que adquiere en el contexto del álbum, demostrando el talento de Moontype para encontrar belleza en los detalles más insignificantes.

'Starry Eyed' destila una energía que oscila entre la euforia y la vulnerabilidad. La instrumentación crece de manera orgánica, acompañando a una voz que navega entre la lucidez y el descontrol. Es una canción que celebra la contradicción, abrazando tanto la luz como la sombra sin necesidad de resolverla.

El álbum cierra con 'Let Me Be', un epílogo que funciona como un mantra de aceptación. McCarthy repite frases con una calma que contagia, mientras la música fluye con una serenidad que invita a la reflexión. Es un final que deja el camino abierto, sugiriendo que el viaje no termina aquí, sino que continúa en el oyente.

'I Let the Wind Push Down On Me' es un disco que se disfruta con los ojos cerrados y el corazón abierto. Moontype han creado una obra que trasciende lo musical para convertirse en una experiencia sensorial, emocional y, sobre todo, honesta. Cada canción es un pequeño universo, y juntas forman un cosmos que merece ser explorado una y otra vez.