Hans Laguna es uno de esos músicos que se siempre se entrega a sus canciones. Poco importa el formato que presente en cada uno de sus LPs, ya que lo verdaderamente importante para él es seguir las pulsiones vitales que se le presentan en el momento de grabar sus trabajos. De este modo, en su nuevo LP, Manual de Fotografía, ha decidido dejar de lado la parte más eléctrica de su música, otorgando un gran protagonismo a la percusión y elementos con base sintética que desembocan en ritmos de marcado carácter tropicalista. Este es el hilo de conducción a la hora de confeccionar un trabajo donde la serenidad va dando paso a cuestiones tales como la necesidad de escapatoria mostradas de una forma muy reflexiva. Aprovehando la publicación de esta nueva entrega a través de El Genio Equivocado, entrevistamos al músico.
Hola Hans, ¿qué tal va todo?
Bastante bien, gracias.
Comencemos. Como bien comentas en la nota de prensa, el título y el concepto que subyace en el trabajo consiste en aprender a capturar la luz de forma similar a los pioneros en la fotografía. ¿Te resultó difícil extender esta temática a las historias que encierran los temas?
Los orígenes de la fotografía no inspiraron tanto las historias de las canciones como el concepto del disco y su sensibilidad general. De hecho, mis canciones no suelen contar ‘historias’, sino más bien transmiten una 'idea' entre lo intelectual y lo emocional. O al menos eso es lo que intento.
Resulta muy interesante el giro que has mostrado en tu estilo, logrando ritmos tropicalistas al mismo tiempo de conseguir unas canciones mucho más relacionadas con lo acústico. ¿Se te pasaron muchas cosas por la cabeza antes de llegar a este nuevo estilo?
Cuando estaba preparando el disco le di mil vueltas a cómo debería sonar: más eléctrico o más acústico, más desnudo o más barroco, más experimental o más tradicional... Hay unos principios básicos que siempre trato de respetar, pero con los arreglos suelo cambiar de opinión a menudo y puedo ser una auténtica veleta. Llevé las pistas que había grabado por mi cuenta al estudio Caballo Grande y allí las trabajé con mis productores habituales, Cristian Pallejà y Ferran Resines, y por suerte fue todo más fácil de lo previsto. Empezamos a jugar con percusiones y ritmos sampleados y el disco empezó a cobrar sentido a nivel estilístico.
Del mismo modo, considero que ha tenido que ser muy interesante todo el proceso relacionado con este cambio de registro. ¿Trataste de aparcar lo que venías haciendo en tus otros trabajos para que tuviesen la menor influencia posible en este nuevo sonido?
Sí. Hasta ahora es como he funcionado. Cuando concibo un nuevo disco, no sé muy bien por dónde van a ir los tiros, pero sí tengo claro por dónde no van a ir. Siento que necesito probar cosas nuevas y no repetir ciertas fórmulas con las que me he sentido cómodo en el pasado. Una especie de autosabotaje más o menos consciente.
"Mis canciones no suelen contar ‘historias’, sino más bien transmiten una 'idea' entre lo intelectual y lo emocional."
El disco desprende en todo momento una gran calidez, ya sea por las percusiones o la forma de utilizar los teclados en él. ¿Tomaste alguna influencia cercana a esta especie de tropicalismo tan relajado que muestras en el disco?
Quería que el disco fuera más cálido y luminoso de lo que acostumbro, pero no hay ningún referente musical concreto. Las influencias han sido ciertas experiencias vitales más que musicales.

Me llama la atención el destacado papel que juegan todos los arreglos en el trabajo, mostrándose como algo totalmente indivisible de los temas. ¿Trabajaste este apartado de una forma muy diferente a tus anteriores entregas?
Sí. A la hora de construir los ritmos, en lugar de recurrir a baterías grabadas en el estudio, utilizamos loops de grabaciones que yo había hecho con el móvil en el local de ensayo y de trozos sampleados de canciones de Youtube o Spotify. También utilizamos muchas capas de percusiones ‘menores’: panderos, congas, maracas, etc. Esta manera de trabajar era muy nueva para mí.
Nacho Vegas pone voz a uno de los temas del trabajo, llegando incluso a girar con él por Latinoamérica. ¿Consideras que a nivel musical guardáis muchas similitudes a la par de complementaros muy bien?
No creo que nuestros discos se parezcan demasiado, pero tengo claro que compartimos muchas cosas. Por ejemplo, los dos tenemos un gran interés por la música popular. Y, por mucho que podamos alejar de ella, en el fondo los dos venimos de la tradición del songwriter americano. También creo que tenemos una preocupación común por la calidad literaria de las canciones, aunque nuestras letras sean muy diferentes. Sin embargo, creo que la principal afinidad es personal más que musical. De hecho, durante la gira que hicimos juntos Nacho me pidió matrimonio, pero lo tuve que rechazar porque, sinceramente, no me sentía preparado.
"Siento que necesito probar cosas nuevas y no repetir ciertas fórmulas con las que me he sentido cómodo en el pasado. Una especie de autosabotaje más o menos consciente. "
Me gusta mucho como logras que las letras de tus temas den algunas pinceladas sobre la historia que encierran, dejando al mismo tiempo muchas cosas sueltas al pensamiento del oyente. ¿Intentaste encontrar el punto intermedio entre lo críptico y lo identificable en los temas?
Exactamente. Al escribir las letras busco siempre la tensión justa entre lo abstracto y lo concreto.
A parte del hilo conductor de tratar de capturar la luz, la temática del trabajo resulta muy abierta, tratando desde pensamientos personales hasta historias de terceras personas como la de ‘El Bosque’. ¿Crees que te has concedido una gran libertad a la hora de afrontar la temática de las canciones?
Creo, precisamente, que este es el disco en el que mis canciones tienen una temática más unitaria. Es la primera vez que utilizo la tercera persona, aunque en mi caso no es más que un recurso para enmascarar la primera persona… Si te fijas, excepto ‘El bosque’, que es la menos esperanzada, todas hablan de alguien que desea dejarse de tonterías y ser mejor, más luminoso.

Los sonidos del trabajo también guardan algo muy relacionado con la influencia de los cantautores puramente mediterráneos. ¿Consideras que el lugar de procedencia y su bagaje siempre tienen influencia a la hora de componer los temas o te puedes aislar de ellos completamente?
Hay gente que consigue que sus canciones se impregnen del lugar en el que viven. Es el caso de los dos cantautores que colaboran en el disco: Nacho Vegas y Julio Bustamante. Ellos son capaces de reflejar muy bien cierta atmósfera propia sus ciudades, Gijón y Valencia, respectivamente. Pero creo que este no es mi caso, soy más desarraigado…. Por ejemplo, en el disco anterior hay varias canciones bastante depresivas que compuse en Australia, un país que se parece bastante al paraíso….
"Quería que el disco fuera más cálido y luminoso de lo que acostumbro, pero no hay ningún referente musical concreto. Las influencias han sido ciertas experiencias vitales más que musicales."
A la hora de grabar los temas, supongo que habrás cambiado muchos mecanismos respecto a anteriores trabajos. ¿Introdujiste alguna novedad en este apartado respecto a otras entregas?
La novedad principal es que grabé muchas pistas por mi cuenta (todas las guitarras y las voces en mi casa, algunos ritmos con el móvil, etc.) y que, como comentaba, en el estudio nos dedicamos a vestirlas con samples y otras percusiones, en lugar de los típicos arreglos de grupo pop o rock a los que estaba acostumbrado.
En todas nuestras entrevistas nos gusta que nos dejéis una pregunta para el siguiente grupo a entrevistar. ¿Cuál es la tuya?
¿En qué consiste la ‘originalidad’ en la música y qué importancia tiene?
Del mismo modo tenemos una para ti de los alemanes Urban Homes, dice así: ¿Ha cambiado tu perspectiva o expectativas a la hora de hacer música a lo largo de los años? Si es así, ¿por qué motivo?
Llevo haciendo canciones desde la adolescencia y, claro, mi visión del mundo de la música ha cambiado mucho. He perdido ingenuidad y he ganado realismo, como es lógico. Y sin embargo el motor no ha cambiado. Cuando coges la guitarra en casa y aparece una nueva idea, sucede algo que es independiente de las expectativas y de todo lo demás. Afortunadamente, hay una fuerza irracional ahí que sigue intacta y que sigue sorprendiéndome.
Muchas gracias por tu tiempo Hans. Que vaya todo bien.
¡Gracias a ti!

