Crónica

Jess Ribeiro · Widowspeak

Sala Clamores - Sound Isidro

28/04/2024



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Tarde de domingo primaveral en la que los amantes de la música soñadora e hipnótica de Widowspeak tuvieron la oportunidad de sumergirse en el cautivador universo sonoro de la banda neoyorquina en la acogedora sala Clamores de Madrid. El quinteto, liderado por Molly Hamilton y Robert Earl Thomas, ofreció un concierto dentro del ciclo Sound Isidro que fue una celebración de su distintivo sonido dream pop teñido de influencias americana.

Como aperitivo más que desatacado, la australiana Jess Ribeiro ofreció un breve set en solitario en el que dejar constancia de cuales son los pilares de sus composiciones. Tan solo con su guitarra eléctrica logró mostrar un certero repaso de sus tres álbumes de estudio publicados hasta la fecha, transitando por sus inicios más country hasta alcanzar ese dream pop tan ligero contenido en su nuevísimo LP ‘Summer of Love’.

Precisamente el tema titular de este trabajo emergió como uno de los más destacados, dando buena cuenta del rango vocal tan desafiante de la artista. Por su parte, otras composiciones como ‘Cry Baby’ nos dejaron ante la sensación de cómo su música también posee ganchos melódicos perdurables, comprobando muy de cerca ese tono íntimo pero desgarrador que poseen la mayoría de las composiciones de su discografía. Así quedó en evidencia como la música de Jess Ribeiro poseía unas conexiones más que interesantes como el formato de la música de los protagonistas de la noche.

Después de un breve cambio de escenario, Widowspeak en formato quinteto salían al escenario. Desde el inicio con la etérea ‘While You Wait’, el público quedó embelesado por la voz susurrante y envolvente de Hamilton, que pareció tejer un hechizo sobre los presentes. La interacción entre las guitarras ambientales de Thomas y los sutiles arreglos de teclados crearon una atmósfera onírica que invitaba a perderse en cada composición.

A medida que avanzaba el set, la intensidad fue in crescendo con temas como ‘The Drive’ y ‘The Good Ones’, donde los solos de guitarra de Thomas destellaron con fuerza, aportando una inyección de energía rock que contrastaba deliciosamente con los pasajes más suaves. La dualidad entre la calidez etérea y los momentos más eléctricos mantuvo al público cautivado. La forma de construir los temas, partiendo del reposo, para ir ganando en capas de mayor intensidad, fue una de las características más destacadas de la velada.

Canciones emblemáticas como ‘All Yours’, ‘Plum’ y la hipnótica ‘Money’ desataron una respuesta fervorosa de los asistentes, que se mecían al compás de los envolventes ritmos. La conexión entre la banda y el público fue palpable, con miradas cómplices y sonrisas compartidas. Del mismo modo, la química entre Molly Hamilton y Robert Earl Thomas quedó patente, encontrándonos esos momentos de embelesamiento mutuo que definen a la perfección el secreto de sus canciones.

A medida que la noche avanzaba, Widowspeak demostraron su versatilidad explorando texturas más oscuras en ‘In the Pines’ y ‘Even True Love’, antes de retomar su sonido más reconocible en la exquisita ‘True Blue’. La interpretación de ‘The Jacket’ y el clímax de ‘Harsh Realm’ dejaron al público extasiado, haciéndonos ver como desde la construcción de atmósferas cálidas también se puede llegar a algo grandioso.

En los bises, la banda sorprendió con una cautivadora versión de ‘Coke Bottle Green’ y una tan esperada como deliciosa interpretación de ‘Wicked Game’ de Chris Isaak, que sumergió a la sala en un romance atemporal y misterioso. Con todo el público cantando el estribillo, lograron una vez más conectar al máximo con una audiencia respetuosa en la que caló la solemnidad que impera en sus temas.

A lo largo del concierto, Widowspeak lograron crear un mundo aparte, un refugio sonoro donde el tiempo pareció detenerse. Con su música atemporal y sus actuaciones cargadas de emoción, la banda dejó una huella indeleble en los corazones de los asistentes, quienes abandonaron Clamores con la sensación de haber vivido una experiencia trascendental e íntima.

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.