AKA Matador es el nombre de la formación madrileña integrada por Iggy, Fabian y Nico. Su estilo musical resulta de una innovadora propuesta, que reúne un sonido puramente electrónico con composiciones más tradicionales y melodías bailables.
El nombre del grupo apela a un continuo sarcasmo que, aún como rasgo de la propia identidad creativa, repercute en la música de una manera estrechamente vinculada a una consideración introspectiva de la cuestión. Lo que se critica, desde la ironía, es lo irritante de la masculinidad impuesta y las consecuencias que de ella derivan, especialmente en la infancia. Todo gira en torno al personaje de AKA Matador y su mirada al mundo, enormemente influenciada por el rechazo a la masculinidad tóxica y prototípìca y la manera en que esta se impone en sus experiencias vivenciales.
Más que intentar acercarse a un sonido, lo que les fascina es “la idea de acercarse a un estilo a la hora de crear música”. Si bien el primer EP del grupo -You Never Felt- se consolida como un trabajo en clave de electrónica, la formación ha evolucionado hacia nuevos horizontes creativos. A pesar de que vienen de tocar instrumentos más tradicionales, fue la libertad de incluir un ordenador en el proceso la que los dotó del poder de grabar su propia música y desarrollar el concepto de “home-producer”. Aun cuando esta idea podía verse vinculada a un género de calidad cuestionable, viene de redefinirse como una ventana abierta a la modernidad y la autonomía creativa. “Los artistas que hacen la mayoría del trabajo en casa, tienden a probar más. La música es más variada, cambiante, no se ciñe tanto a un género concreto”. Se potencia, así, una contemplación intimista del propio proceso compositivo y de las complejidades que de él derivan.
Es en los dos últimos EP -You Cool, You Good, Be You y Salt in my Blood- que se empieza a percibir la influencia de un sonido “de banda” como tal, potenciado por la incorporación de Nico y Fabian al proyecto iniciado por Iggy en Londres. Todo se entiende desde una adaptación al formato de trío, que poco a poco se traslada al directo.
Entre sus influencias nombran, mayormente, a bandas del tipo New Wave / Electrónica, que emplean “instrumentos reales” para introducir sonidos electrónicos; destacan a grupos como Talking Heads, Metronomy, Suicide, Sons of Raphael, Tame Impala o Connan Mockasin. En suma, lo que pretenden es acercarse al minimalismo, pero siempre “desde una paleta de sonidos amplia”.
Su propia línea estética surge también de manera espontánea, con total libertad, y sin forzar o imponer ningún tipo de coherencia. Con todo, su base inspiracional reposa en la idea del “contraste entre lo feliz y lo triste”. Ejemplo de ello es el videoclip de ‘Salt In My Blood’, en que se oponen los tópicos del verano con la desgana vital ante los lugares y las situaciones típicamente relacionados con la felicidad.
Si bien en su producción goza de un importante peso el papel del streaming, plantean introducir importantes novedades en el directo. El confinamiento ha dado pie a muchas ideas, y se han forjado nuevos proyectos; por su parte, ellos, “con muchas ganas de empezar a publicar en cuanto esto pase”. Para cuando la situación se restablezca, ven esencial poner énfasis en el papel del directo y potenciar el sentimiento de comunidad que antes solía palparse en él.
Su meta, por encima de todo, es la de “conseguir el ambiente más agradable y cómodo de hacer música”, y así producir con plena libertad. Aun cuando su producción se resume en muy poco material publicado, desde ahora se encaminan a publicar de manera regular y continuada. Desde aquí, no apartamos la mirada de la que se anticipa como una de las promesas más extraordinarias de la escena española.
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