Review

Stella Donnelly - Love and Fortune

Stella Donnelly

2025

7.3


Por -

Los comienzos suelen llegar disfrazados de cierre, y eso parece haber comprendido Stella Donnelly cuando se enfrentó al periodo de silencio que precedió a ‘Love and Fortune’. La compositora, conocida por su ironía punzante y por esa voz que siempre suena al borde de una confesión, atravesó una etapa de duda que amenazó con apartarla de la música. Esa incertidumbre se convirtió en el punto de partida de su trabajo más sincero, un álbum que avanza sin prisa, observando lo cotidiano con la atención de quien ha aprendido a escuchar lo que queda tras el ruido. Donnelly se muestra serena, incluso cuando se asoma al dolor. No dramatiza, se limita a ordenar las emociones, a ponerlas una junto a otra hasta que adquieren sentido. ‘Love and Fortune’ no habla de grandes gestas ni de amores heroicos, sino de las pequeñas rupturas que moldean la vida diaria.

‘Standing Ovation’ abre el camino con una calma que impone respeto. La voz aparece sobre un fondo mínimo, casi inmóvil, y ese espacio vacío sirve para que cada palabra se sienta necesaria. Habla del abandono sin caer en la queja, con una serenidad que resulta más elocuente que cualquier arrebato. Cuando llega ‘Being Nice’, la atmósfera cambia: el ritmo se vuelve más ligero, el tono más ácido, y lo que parecía una simple melodía amable se convierte en una crítica a la cortesía forzada, a ese empeño por quedar bien incluso cuando el cuerpo pide distancia. Donnelly utiliza el sarcasmo como herramienta de autodefensa, y detrás de la sonrisa asoma un cansancio reconocible, el de quien se ha visto obligada a fingir armonía en medio del desinterés ajeno. Las dos canciones se complementan: la primera observa la herida, la segunda analiza la máscara que la cubre.

‘Feel It Change’ marca el corazón narrativo del álbum. Aquí la autora convierte la confusión sentimental en materia concreta. El verso “I love you baby / but I hate to be near ya” condensa una contradicción universal: el deseo de permanecer junto a alguien que ya produce rechazo. Donnelly retrata esa tensión con claridad, sin recurrir a dramatismos ni buscar empatía. La melodía acompaña el vaivén de la letra, como si el sonido imitara la oscilación entre el apego y la necesidad de huir. La canción parece escrita desde una habitación donde cada objeto guarda un recuerdo que duele, y a la vez, se siente el impulso de abrir la ventana y dejar entrar aire nuevo. Es una pieza que no se limita a describir una ruptura, sino que reflexiona sobre el modo en que el afecto puede transformarse en carga cuando la costumbre impide reconocer la pérdida.

El momento más íntimo llega con ‘Baths’, una canción que prescinde casi de todo para dejar paso a la voz y al silencio. Donnelly canta como si hablara consigo misma, sin intención de impresionar a nadie. El baño al que alude la letra se convierte en un ritual de limpieza, un gesto de renacimiento que no busca consuelo sino claridad. Esa imagen de sumergirse resume la intención del álbum: desprenderse del exceso, quedarse con lo esencial y aceptar que, a veces, empezar de nuevo exige mirar hacia el fondo. ‘Year of Trouble’ continúa esa línea con un tono más melancólico, sostenido por un piano que marca el ritmo de la despedida. “Since you closed off to me / I’ve been on a lonely ride” refleja la monotonía de un vínculo que se extingue sin dramatismo, con la resignación tranquila de quien comprende que nada permanece igual. Donnelly no busca culpables, prefiere observar el desgaste desde la distancia, como quien revisa un álbum de fotos sin intentar volver a lo que ya se ha ido.

A partir de ahí, el disco avanza con una madurez que no pretende impresionar. ‘Please Everyone’ examina la tendencia a complacer, ese impulso que lleva a adaptarse a las expectativas ajenas incluso cuando contradicen el deseo propio. Su tono cálido esconde un fondo incómodo: la idea de que agradar a los demás puede implicar borrarse una misma. En ‘W.A.L.K.’, la autora se enfrenta a la consecuencia de esa entrega desmedida, reconociendo el precio de haber encendido un fuego por causas ajenas. “I set myself on fire for someone else’s game” se escucha como una confesión sin lamento, una constatación de error. ‘Ghosts’ retoma la sombra de la pérdida, con imágenes que mezclan ternura y memoria. Y en ‘Laying Low’, la artista concluye el recorrido con una serenidad que no es descanso, sino pausa necesaria. La despedida no se siente definitiva, sino como una tregua que permite seguir adelante sin olvidar lo vivido.

‘Love and Fortune’ construye un retrato claro de la madurez emocional. Las letras, sin metáforas rebuscadas ni dramatismo, exponen los altibajos del afecto con la misma naturalidad con la que se habla de un día cualquiera. Donnelly escribe desde la experiencia, pero evita el tono confesional. Sus canciones funcionan como observaciones precisas sobre las relaciones, el paso del tiempo y la forma en que la identidad se adapta a los golpes. Cada tema parece dialogar con el anterior, completando un círculo de emociones que van de la pérdida a la calma. Esa coherencia convierte el álbum en un espacio donde la introspección se transforma en acción: no se trata de revivir el pasado, sino de comprenderlo para que deje de pesar. El ritmo contenido, la estructura simple y la voz sin adornos dan a las canciones un carácter cotidiano que las vuelve cercanas sin que pierdan hondura. Donnelly consigue que el silencio y la palabra convivan, que lo mínimo se sienta suficiente.

‘Love and Fortune’ revela una autora que ha aprendido a mirar con lucidez lo que antes miraba con desasosiego. La claridad de sus letras, la serenidad del ritmo y la honestidad del tono conforman una obra que no necesita artificios para resultar reveladora. Cada canción actúa como un paso más hacia una comprensión de sí misma que se apoya en la paciencia y en la aceptación del cambio. Donnelly utiliza su voz como guía, sin imponerse, dejando que las emociones se asienten en lugar de explotar. Lo que transmite es una madurez sin rigidez, una forma de estar en el mundo que asume la duda como parte natural del crecimiento. Frente a la saturación del presente, su propuesta ofrece una calma activa, una invitación a escuchar de verdad. En ‘Love and Fortune’ no se busca un final feliz, sino una manera de seguir viviendo con claridad, con los ojos abiertos y la voluntad intacta.

 

Conclusión

Con ‘Love and Fortune’, Stella Donnelly se aleja del exceso y propone una escucha pausada que convierte lo cotidiano en reflexión, abordando la pérdida desde la calma y sin rastro de solemnidad.

7.3

Álbum

Stella Donnelly - Love and Fortune

Artista

Stella Donnelly

Año

2025

Discográfica

Brace Yourself

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.