Review

Sorry - COSPLAY

Sorry

2025

8


Por -

Sorry siempre están en una búsqueda constante de identidad a través del cambio. Desde sus primeros trabajos, el grupo ha jugado con la sensación de ser varios grupos al mismo tiempo, como si su música sirviera para probar distintas formas de existir. En ‘COSPLAY’, esa inquietud se convierte en núcleo creativo. Cada canción se apoya en la idea de disfraz, pero no como simple artificio estético, sino como forma de pensar la realidad contemporánea. El proyecto parte del deseo de mostrar que la identidad puede moverse, doblarse y fingir sin dejar de expresar algo verdadero. Esa intención se percibe en la manera en que Sorry organiza los sonidos y las letras: todo parece calculado para generar la impresión de un espejo que cambia de forma con cada acorde.

‘Echoes’ abre el álbum con un clima que combina deseo y extrañeza. La voz repite frases que suenan íntimas, pero el tratamiento sonoro las vuelve casi fantasmales. La sensación es la de un diálogo que se repite dentro de una habitación sin salida, como si el eco sirviera para representar la dificultad de distinguir entre lo que se siente y lo que se imagina. Esa confusión de planos se mantiene en ‘Jetplane’, donde la mezcla de fragmentos ajenos y líneas nuevas crea un escenario sobre la exposición mediática y la copia perpetua. El ritmo cortado y las voces tratadas digitalmente reflejan la ansiedad de una época saturada de estímulos, en la que el deseo se convierte en imagen antes de materializarse.

‘Waxwing’ continúa esa reflexión desde otro ángulo. La banda toma un motivo pop conocido y lo transforma en un coro casi inquietante. La repetición del estribillo provoca una sensación de familiaridad que se tuerce en cada compás. No se trata de ironía, sino de una lectura sobre el peso de los referentes culturales y la necesidad de retorcerlos para hacerlos propios. Sorry demuestran así que su interés no está en la cita vacía, sino más bien en cómo el pasado puede ser usado como materia viva. Ese gesto de apropiación crítica se convierte en uno de los hilos que unen todas las piezas del disco.

En ‘Love Posture’ el tono se suaviza, pero la tensión permanece. La melodía parece flotar, sostenida por un bajo que avanza con calma, y la voz se sitúa en un punto entre la ternura y la distancia. El texto describe una relación que busca equilibrio entre deseo y miedo, un juego en el que la atracción siempre roza la incomodidad. ‘Life In This Body’ prolonga esa línea emocional, pero con un pulso más introspectivo. La calma de los primeros segundos deja paso a un desarrollo que crece sin estridencias, construyendo un paisaje donde el cuerpo se convierte en territorio inestable. Las dos canciones funcionan como reflejos cruzados: una mira hacia el otro, la otra hacia dentro, ambas impulsadas por el mismo impulso de autodefinición.

‘Antelope’ aporta un tono más contemplativo. La estructura parece avanzar en espiral, alternando momentos de quietud con pequeñas explosiones sonoras. Su letra introduce referencias culturales que se diluyen entre imágenes de pérdida y deseo. La composición parece debatirse entre aceptar el pasado o desmontarlo, y ese dilema la dota de un aire incierto pero cargado de intención. Sorry utilizan la cita no como homenaje, sino como herramienta para observar la herencia cultural desde la sospecha. La canción muestra cómo el grupo concibe la creación como un proceso de reescritura continua.

En ‘Today Might Be The Hit’, la energía se concentra en apenas dos minutos. El grupo condensa su ironía en una pieza rápida, cargada de ritmo, que parece jugar con la idea del éxito instantáneo. El estribillo suena pegajoso, pero la letra introduce una duda sobre la lógica del reconocimiento público. Cada acorde transmite urgencia, como si la propia velocidad sirviera para retratar la fugacidad del deseo contemporáneo. Esa mezcla de ironía y precisión convierte el tema en uno de los momentos más directos del disco, donde la tensión entre ambición y hastío se expresa sin adornos.

‘Candle’ y ‘Magic’ funcionan como contrapuntos. La primera combina una escritura mordaz con una interpretación contenida que refuerza el contraste entre lo que se dice y lo que se calla. La segunda adopta un tono más abstracto, donde los elementos se diluyen en un ambiente casi hipnótico. Ambas piezas demuestran la capacidad del grupo para modular el discurso sin perder coherencia, manteniendo siempre una atención extrema a los matices de ritmo y textura. En ellas se percibe una madurez nueva, más interesada en la precisión del detalle que en el impacto inmediato.

El cierre con ‘JIVE’ ofrece la síntesis de todo el recorrido. El tema se desarrolla con una cadencia densa, construyendo una atmósfera de trance en la que la voz repite frases que se vuelven mantra. Cada repetición intensifica la sensación de movimiento circular, como si el disco se plegara sobre sí mismo para volver al principio. El ritmo pesado, las pausas calculadas y la insistencia melódica transmiten la idea de un ritual que busca mantener viva la energía acumulada a lo largo del álbum. Más que un desenlace, actúa como una última transformación: la identidad se disuelve en ritmo y la máscara se convierte en rostro.

El conjunto de ‘COSPLAY’ traza una reflexión clara sobre el modo en que las personas contemporáneas construyen su identidad a partir de referencias, imitaciones y roles intercambiables. Sorry usan esa multiplicidad como materia expresiva, sin condenarla ni celebrarla. Cada canción indaga en los límites entre lo propio y lo ajeno, lo íntimo y lo representado, lo real y lo imaginado. Su propuesta parte de una observación directa sobre la vida moderna, donde la exposición constante y la copia infinita se mezclan con un deseo genuino de conexión. El resultado es una obra que retrata con precisión el pulso de una época en la que el disfraz se ha convertido en la forma más sincera de mostrarse.

Conclusión

Sorry elaboran un retrato lúcido sobre la identidad contemporánea, transformando la imitación en materia expresiva y construyendo un universo donde el artificio revela las grietas más significativas de la experiencia moderna.

8

Álbum

Sorry - COSPLAY

Artista

Sorry

Año

2025

Discográfica

Domino

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.