Review

Soleá Morente - Sirio B

Soleá Morente

2025

7.6


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Entre constelaciones imaginadas y ecos de tablao, Soleá Morente traza con ‘Sirio B’ una obra que se mueve entre la herencia y la reinvención. El título alude a la estrella que alimenta a otra más brillante, y esa metáfora encaja con la relación simbólica entre la tradición que acompaña a la artista y la energía que proyecta hacia lo desconocido. Su colaboración con Guille Milkyway genera un territorio común donde lo ancestral se reviste de ritmos sintéticos y la emoción se transforma en materia expansiva. Todo gira alrededor de la búsqueda de una voz que conecta la memoria familiar con una mirada abierta al porvenir.

El inicio con ‘Ensoñación nº 9’ introduce la sensación de desvelo constante que recorre el álbum. Las imágenes del sueño, el beso que deja un frío de muerte y el deseo de detener el tiempo condensan la idea central del disco: la imposibilidad de retener lo que se ama y, a la vez, la necesidad de cantarlo. La interpretación de Morente se apoya en un fraseo que alterna ternura y amenaza, creando un tono ambiguo que sostiene todo el recorrido. La copla se funde con el bolero y la electrónica irrumpe como un eco de otro planeta, una mezcla que refleja la intención de construir un espacio emocional sin fronteras.

‘Ahora o nunca’ mantiene esa tensión entre la fantasía y el desenlace inevitable. El texto, lleno de imágenes mitológicas y referencias al deseo, convierte el amor en un impulso que arde a contrarreloj. La estructura de himno sentimental se complementa con una producción brillante, que alterna la calidez de la voz con el pulso de un sintetizador que marca el paso de lo efímero. En contraste, ‘Con los nudillos’ introduce una narrativa más terrenal. Morente adopta un tono desafiante, utiliza la metáfora de la lucha para reivindicar la dignidad personal. Su forma de interpretar mezcla amenaza y humor, y consigue que el ritmo festivo se convierta en un campo de afirmación.

La espiritualidad toma cuerpo en ‘Gitana María’, donde la artista conjuga la devoción con la euforia. El tema plantea un juego entre lo religioso y lo pagano, entre la súplica y el baile. Los versos dedicados a la Virgen y al Cristo del Consuelo se entrelazan con una pulsión física que transforma la plegaria en celebración. En esta canción se percibe una intención de reivindicar una identidad colectiva que convive con la modernidad, sin perder su raíz emocional. El tono hipnótico, casi ritual, refuerza la sensación de trance, y la repetición del estribillo funciona como mantra.

Con ‘Soleá del mar’, la narración se desplaza hacia la crítica contemporánea. El texto contrapone el valor simbólico del mar a la ambición y el artificio del mundo material. “Tomad el botín / yo me quedo la paz” resume el rechazo a una sociedad que mide el éxito en posesiones. Aquí la voz se vuelve más firme, se percibe la rabia contenida que acompaña a las palabras. El ritmo urbano convive con la cadencia flamenca y el autotune acentúa la sensación de aislamiento. Es una canción que funciona como espejo del presente, donde el cansancio y la lucidez conviven.

La dualidad entre lo etéreo y lo corporal continúa en ‘El lenguaje de las estrellas’ y ‘Mercurio y seda’. En la primera, el simbolismo cósmico se expresa en imágenes de sacrificio y transformación: “Tengo un guante de mercurio / de mercurio y otro de seda”. La alusión al corte de la mano refuerza la idea de entrega absoluta, de ofrenda artística. En ‘Mercurio y seda’, la aparición de la voz de Enrique Morente transforma la canción en un encuentro entre generaciones. La fusión entre el cante y los sonidos electrónicos crea un instante suspendido, donde la presencia paterna se vuelve guía y testimonio. La pieza encierra una emoción contenida, sin dramatismo, más cercana al diálogo que al homenaje.

El tramo central del disco suaviza el pulso con ‘Vamos a olvidar’, donde la desilusión se convierte en fiesta. El texto describe el final de una relación con una mezcla de resignación y alivio. La voz de Morente se desliza entre la nostalgia y el desenfado, apoyada por los coros de Las Negris, que aportan una vitalidad que transforma la pena en movimiento. Después, ‘Azalea’ ofrece un descanso introspectivo. La letra utiliza la imagen de una planta marchita como metáfora del descuido emocional. El verso “No encuentro el punto medio entre la paz y la bohemia” resume la dificultad de equilibrar la serenidad y la entrega. El tono doméstico y la instrumentación discreta convierten la canción en un susurro confesional.

En ‘No likes’, la mirada se vuelve irónica. Morente retrata las dinámicas afectivas en la era digital, utilizando el lenguaje de las redes como vehículo de un amor desvanecido. Bajo el humor y la ligereza late una sensación de pérdida, un desencanto que se esconde tras la rumba contagiosa. La secuencia que forman ‘Mírame (tengo WOAAA)’ y ‘Mi cura’ introduce una reflexión sobre el vínculo entre amor y sanación. En la segunda, el verso “Pienso mucho en mi padre” reintroduce la presencia del legado familiar, enlazando el amor romántico con la memoria. El tono se vuelve más vulnerable, casi confesional, mientras el ritmo mantiene una energía que evita el dramatismo.

Hacia el cierre, ‘Mi vida es para mí’ funciona como declaración de independencia. La letra transforma la inseguridad en afirmación, usando el humor y la ironía como defensa. “¿En serio te crees que yo no puedo estar sin ti?” marca el punto en que la voz se despoja de expectativas ajenas y se reafirma en su propia medida. La última pista, ‘Amor mío (siento si no estuve aquí)’, concluye el recorrido con un gesto de reconciliación. La calma del final no implica renuncia, sino aceptación. La frase “Incluso creo en la magia” sugiere una fe renovada en lo intangible, una confianza que cierra el ciclo del viaje cósmico iniciado al principio.

‘Sirio B’ se sostiene sobre una coherencia interior que une lo espiritual y lo carnal, lo íntimo y lo colectivo. La presencia constante del padre, la mirada crítica hacia el presente y la búsqueda de serenidad configuran una obra que se mueve entre la tierra y el firmamento. Soleá Morente se reafirma en la palabra, en la voz como instrumento de resistencia y consuelo. Cada canción actúa como un cuerpo que vibra entre el recuerdo y la posibilidad, y el conjunto respira con una naturalidad que convierte la mezcla de estilos en un lenguaje propio. En su recorrido, ‘Sirio B’ no busca impresionar, sino habitar un territorio donde la emoción y la lucidez se encuentran en equilibrio.

Conclusión

En ‘Sirio B’, Soleá Morente convierte la mezcla de lo sagrado y lo festivo en un lenguaje emocional, explorando la pasión, la fe y la autonomía con un pulso que oscila entre la ternura y la rebeldía.

7.6

Álbum

Soleá Morente - Sirio B

Artista

Soleá Morente

Año

2025

Discográfica

Elefant

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.