Amy Oelsner nos entrega su tercer trabajo haciendo gala de su gran habilidad para dotar de una vida extraordinaria a temas concebidos de una forma intimista. Dando un paso hacia adelante a la hora de trasladar sus composiciones a un formato de banda versátil y cada vez más eléctrica, a lo largo de estas nuevas composiciones nos demuestra su instinto innato para que todo contenga el toque de espontaneidad preciso. Al mismo tiempo nos encontramos ante esa gratificante sensación de estar ante piezas pop impregnadas de reflexiones aparentemente ligeras pero que acaban dando con el centro de la diana a la hora de describir formas de vida sin más pretensiones que encontrar la estabilidad.

De esta forma es capaz de conducirnos hacia situaciones reconocibles como el final de las vacaciones como bien ocurre en ‘Rest Stop’, haciéndonos ver lo reducido que puede resultar el espectro de emociones universales. Sin ocultar tampoco momentos en los que es necesario emerger hacia la luz para aislarse de los demonios depresivos, Amy da con la llave para lograr el cierto punto rupturista a través de un mayor nervio como nos muestra en la titular ‘Shell’, ejemplificando la fortaleza tanto lírica como sonora que poseen sus composiciones.

La versatilidad exhibida a lo largo de las composiciones es otra máxima, ya que a pesar de estar ante un trabajo de un sonido coherente, muy bien hilado a través del apartado vocal, también nos encontramos pequeños momentos caóticos con los que retorcer de buena  forma su propuesta. Buena muestra puede resultar una ‘Crushed’ donde el planteamiento mostrado se sustenta en momentos donde una línea ruidista rompe la melodía del tema para posteriormente regresar a ella de una forma totalmente imaginativa.

Tampoco se queda atrás ‘Zero’ a la hora de tomar aire, aunque en esta ocasión todo resulta guiado por un cierto apartado más contemplativo, escalonando de buena forma la composición a través de momentos de silencio instrumental con los que paradójicamente logra acelerar las pulsaciones a la espera de lo que está por llegar. Todos estos elementos con los que la compositora trata de que sus temas siempre aguarden un factor sorpresivos nos hacen ver lo fuera de estructuras convencionales que se encuentran estas canciones,  logrando en todo momento que la atención nunca decaiga.