El grupo de folk-rock psicodélico Woods vuelve a emerger este año con un nuevo álbum titulado Perennial, en alusión a esas plantas y flores perennes que retornan eternamente con cada estación. Con casi 20 años de trayectoria, Woods se ha consolidado como una formación sólida y prolífica dentro de la escena underground neoyorquina, publicando ya 12 trabajos que transitan entre el folk acústico, el rock psicodélico y las atmósferas oníricas.

Perennial nace a partir de unos loops iniciales de guitarra, teclados y batería creados por el líder de Woods, Jeremy Earl, como una especie de meditación musical durante los meses de invierno. Esos loops se convirtieron en el germen de las canciones, que el resto de la banda, Jarvis Taveniere y John Andrews, fueron desarrollando y expandiendo en el estudio. De esta forma orgánica y espontánea fue tomando forma el nuevo álbum, con 11 cortes (4 de ellos instrumentales) que conservan ese halo hipnótico y evocador tan característico del grupo.

Esos loops, que Earl define como “los loops de la naturaleza”, fueron germinando en colaboración con el resto de Woods, especialmente con su co-fundador Jarvis Taveniere. Cada loop se convirtió en el embrión de una nueva canción, sobre la que fueron improvisando y añadiendo nuevas capas instrumentales y vocales. De este modo surgieron los 11 temas de Perennial, con cuatro de ellos siendo piezas puramente instrumentales.

Y es que si hay un sello distintivo en la música de Woods es ese delicado equilibrio entre composiciones vocales de corte folk-pop y evocadores paisajes sonoros creados únicamente con instrumentos. Ambas facetas están magníficamente representadas en este nuevo trabajo, creando un viaje onírico de principio a fin.

El álbum se abre con la frágil belleza de ‘The Seed’, donde el piano y la guitarra acústica se funden en una nostálgica melodía que parece extraída de un sueño febril. Le siguen cortes como ‘Between the Past’, cuyos sintetizadores retro y cálidas voces a lo Beatles nos transportan a un idílico verano hippie. Otra de las gemas vocales es ‘Little Black Flowers’, auténtico turrón de melodía pop bañada en dulces armonías acústicas.

Pero son las composiciones instrumentales las que realmente hipnotizan en este trabajo. ‘White Winter Melody’ emerge como la pieza central del álbum, con sus evocadores pedal steels trazando una melancólica fantasía invernal. ‘The Wind Again’ nos eleva en una brisa mágica de jazz cósmico y exotismos setenteros. Y la suite psicodélica Another Side’ muta orgánicamente entre el folk pastoral y abrasivos estallidos eléctricos, en una oda al espíritu más lisérgico de Crazy Horse.

En definitiva, con 'Perennial' Woods nos entregan un prodigio de equilibrio entre canción popular y experimentación sutil. Una celebración de la naturaleza cíclica de la música y la creatividad que florece eternamente en cada nuevo tiempo. Una invitación a sumergirse en la ensoñación pastoral de un combo que lleva dos décadas inspirando a generaciones enteras del undergound neoyorquino.