Suele ocurrir que los discos más atractivos e interesantes surgen en los peores momentos personales de su autor. Algo así es lo que le ocurrió al portugués Luis F. de Sousa en el camino para lograr bajo su proyecto Mira, un Lobo! un debut tan inquebrantable. La crisis económica provocó que todo lo que rodeaba a nuestro protagonista se tambalease, derivando en momentos muy críticos de los que ha salido más que fortalecido con la consecución de este Heart Beats Slow. A lo largo de la obra, nos vamos a encontrar un panorama sombrío y frío, donde los beats logran tanto entumecernos como sobresaltarnos. El preciso uso de sintetizadores, provoca que el efecto de aturdimiento que requieren algunos temas sea posible, entrando también en juego el apartado enigmático.

Haciendo gala de un synthpop afilado, entregado a las posibilidades que le ofrecen los graves, de Sousa no pierde en ningún momento la visión de lograr un disco donde la densidad no gana la partida al apartado rítmico. Los sonidos no parecen ser ejecutados por la máquina, sino que se amoldan de una forma orgánica al carácter épico que requieren algunos temas. Este es el caso de ‘Spaceman’, donde el apartado vocal se entremezcla a la perfección con lo electrónico para caminar hacia lo esplendoroso. Una fusión de sonidos donde parece que el corazón está puesto de lleno en cada giro del guion, tal y como podemos observar en ‘Tramdol’, el tema que abre el trabajo. En él cada elemento contiene la intensidad perfecta para no desequilibrar la balanza hacia la fuerza bruta descontrolada

Algunos de los momentos más sorprendentes del disco llegan cuando las cosas no son lo que parecen, como es el caso de ‘Sliced Guitar’, donde la guitarra acústica va cediendo poco a poco el control al habitual escenario sintético donde se desenvuelve el trabajo. Es aquí donde comprobamos como el disco está cargado de buenas ideas y un afán por no anquilosarse en el confort que proporcionan las voces difusas. Más de ese ambiente que huye de la tónica general del trabajo lo encontramos en ‘Hearst Beats Slow’, el tema que da título al trabajo y que huye hacia escenarios donde todo parece más quebradizo, entrando en juego las distorsiones de las guitarras de forma excepcional. Quizás esos momentos en los que le trabajo debería acercase más a elementos del kraut, son los que echamos más en falta.

Avanzando también hacia a un sentimiento más vigorosa, donde parece que la sombras se empiezan a disipar, nos encontramos con ‘Like Punching Glass’, el tema con más vocación de single de todo el trabajo. Una melodía ascendente parece esquivar las cajas de ritmos para ir ascendiendo poco a poco a la par de desvanecerse. Repitiendo quizás esta fórmula de hacer que los temas vayan logrando poco a poco su clímax máximo, ‘Suffocation’ refleja muy bien la habilidad del compositor para contener lo febril de sus temas en todo momento, haciéndonos ver que lo gradual muchas veces crea más impacto que lo sorpresivo, algo que se repite en bandas que en su día ya nos cautivaron como es el caso de TRST.