Half Japanese continúan con su actividad frenética, publicando otro nuevo trabajo tan solo unos meses después de que Perfect viese la luz. Donde otras bandas hubiesen pasado sus días autocomplaciéndose a través de la melancolía Lo-Fi de sus temas, Jad Fair y compañía se resisten a dejar de exhibir su nervio punk enmascarado en composiciones que siempre huyen de lo accesible. Esto es lo que nos muestran una vez más en Hear the Lions Roar, una de las entregas internacionales más tempraneras del 2017, moviéndose en su faceta arty más cercana en el tiempo. Canciones de enorme aspereza que atraviesan la canción americana por todas las direcciones posibles, intentando que la experimentación sea chocante en todo momento a pesar de contar con elementos bastante reconocibles.

Manteniendo su tono a medio camino entre el enfado y la desconfianza, Jad Fair consigue otra vez más pintar un panorama desconcertante donde lo anguloso de sus guitarras resulta ser su mejor aliado. Una exhibición de carácter, más que de músculo, que no trata de contextualizar ningún momento de la etapa que atraviesa el grupo, sino más bien seguir un discurso interior enraizado a los ideales que siempre ha mostrado el grupo. Por ello, las melodías que nos encontramos en este nuevo trabajo vuelven a ser de lo más esquivas, resultando por momentos algo planas pero de ímpetu amargo y rompedor con cualquier estructura rock preestablecida. La retahíla de abruptos guitarreros que nos encontraremos a lo largo del trabajo es muy larga, rompiéndose en ocasiones la coherencia entre los temas.

Manteniéndose en una línea donde la composición se torna como forma de vida, este nuevo trabajo refleja muy bien como la supervivencia en la experimentación conduce a canciones alejadas estilísticamente a los tiempos pasados, pero igualmente reconocibles dentro del repertorio. Este es el caso de ‘On the Right Track’, una canción que crea un desconcierto aún mayor que sus compañeras, generando un ambiente igual de estrambótico que el resto pero mostrando un lado mucho más amable. Un punto donde podemos observar como el paso del tiempo es implacable por mucho que el coraje a la hora de romper con todo atisbo de modernismo siga presente. Aventurándose como siempre ha hecho en la vida Jad Fair nunca nos decepcionará.