En poco más de doce meses en los que la música de baile ha sido nuestro único pilar al que aferrarnos para tratar de revivir todo lo perdido respecto al calor que encontrábamos en los clubs, Roosevelt se ha propuesta con su tercer trabajo traernos una nueva muestra de su ingenio y talento para diversificar un formato de pop electrónico cada vez más reconocible pero también totalmente ambicioso. De esta forma este nuevo Polydans lo reafirma como un clásico contemporáneo en todo lo que implica explorar territorios relacionados con la influencia del techno dentro de un espectro de composiciones totalmente accesibles, inspiradas en lo melódico y ejecutadas siempre desde el punto de vista de una banda completa a la que no le acompleja acercarse a territorios inclusos relacionados con la resaca funk ochentera. Sin ir más lejos, la puesta en escena del LP con ‘Easy Way Out’ marca el camino hacia todo lo que aspira encontrar con este trabajo, demostrando una forma emocionante de enredarse en estructuras guitarreras más complejas que en anteriores ocasiones.
Sintiendo como estas composiciones reposan sobre su concepto de música para discotecas ejecutada con cabeza y buen gusto, en todo momento llama la atención la forma de combinar todos aquellos momentos en los que es preciso navegar por un mar de incertidumbre siendo conscientes de que cómo es posible volver a emerger a la superficie de una forma más revitalizante. Esto es lo que propugna en una ‘Feels Right’ donde vuelve a despuntar tanto en aquellos momentos en los que la formación pop más clásica toma el timón como en otros donde es preciso agudizar las capas sintéticas más efusivas. Sin olvidarnos de su capacidad de crear clímax excitantes sin necesidad de alcanzar altas revoluciones, sino construyendo todo de una forma bien secuenciada, tampoco podemos pasar por alto aquella parte del trabajo que sirve como perfecto nexo de unión entre una propuesta altamente festiva y esa necesidad de utilizar la música electrónica como un espacio reflexivo en nuestras vidas. Este es el caso de de la estupenda ‘Forget’, un tema que viene a ser el antisingle perfecto del trabajo.
Sin lugar a dudas, otro de los puntos fuertes del tercer LP del alemán resulta ser curiosamente su recta final, concentrando en ella unos cuantos temas donde observamos agradables novedades en sus composiciones. Encargándose más que nunca de la faceta ciertamente más nostálgica de su música, mira en esta ocasión más de reojo que nunca a bandas como The Pet Shop Boys para apuntillar canciones tan redondas como ‘Lovers’. El que seguramente sea uno de esos temas con los que recordar sus futuros conciertos que vendrán, gana enteros como canción más disfrutable del LP gracias a la libertad tomada a la hora de diseñar sus leimotivs melódicos. Tampoco se queda atrás una ‘Echoes’ que resulta mucho más combativa y con un claro ofrecimiento a quemar zapatilla, del mismo modo que ‘Sign’ se despide de una forma más pegajosa, realizando un guiño incluso a la EDM que es capaz de mover grandes masas. Solo así logra completar un disco totalmente completo donde muestra sus mil y una caras posibles.


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