La formación canadiense cumple con su segundo LP todo lo que esperábamos de ellos, ofreciéndonos un disco donde se mueven como peces en el agua dentro de ese espectro que comprende el garage más envalentonado y las pinceladas propias de un rock progresivo que no se enreda en exceso en las ideas más complejas. De esta forma, Lunar Gardens supone un cuidado viaje a través de todo lo que implica facturar unas canciones donde las pedaleras de la guitarra resultan exprimidas al máximo y generan un gran colorido que no siempre lleva implícito la vía de la intensidad.
Todo esto deriva en que seguramente lo mejor de estas composiciones reside en que sin necesidad de mostrarse frenéticas logran su cometido consistente en ofrecernos el viaje lisérgico que a priori nos garantiza el grupo, más aún si tenemos en cuenta todo lo que nos dejaron en Space Grade Assembly. En él, exploraron una vía mucho más nerviosa, cargada de mayores matices eléctricos con los que demostrarnos como su torrente guitarrero resultaba infalible. Pues bien, ahora esta vía queda relegada a un segundo plano, haciendo que la cara más rutilante de su música no sea la que marque el camino.
Haciéndonos ver como el quinteto de Toronto es un grupo que sabe como hacer buen acopio de influencias muy diversas y presentarlas en forma de pinceladas bastante ligeras, a lo largo de la referencia llama la atención lo bien que saltan entre los ritmos candentes y difusos de ‘Leyline Riders’ hasta llegar a ese toque más descarado y casi cercano al space rock en ‘Moonjuice’.
Contrastes bien balanceados que arrojan algo de luz sobre la forma de construir este disco a base de temas que no se amoldan a melodías definidas, sino que circulan de una forma bastante libre a través de apartados totalmente sugestivos donde los sonidos ambientales también juegan un papel destacado. Esta falta de guion definido a la postre acaba por resultar todo un acierto, ya que incluso cuando aparecen experimentos más atrevidos como los propios encerrados en el espíritu jazzístico de ‘Heywood Floyd’, todo acaba cogiendo una atractiva fuerza.
Encarando los momentos donde también se dejan seducir por ritmos más groove sobre una base totalmente entregada a las posibilidades del fuzz, Possum saben también como serenar los ánimos. Sin ir más lejos ‘Guest of the Moon’ supone el tema perfecto para evidenciar su enorme capacidad de provocar ciertos momentos de caos bajo control que contrastan con la clarividencia en lo que representan los punteos milimétricos dejados a lo largo de todo el tema.
Con alguna que otra estampa difusa en todo lo que supone la exploración interior, este tema recoge la esencia de un disco diseñado para alejarnos de la mejor forma posible de la realidad. De ahí que incluso temas como ‘Gala At The Universe City’ nos dejen ante un apartado de ciencia ficción que curiosamente se asienta sobre una realidad deformada, apuntalando de ese modo el carácter distante pero absorbente del disco.
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