Beach Bunny regresan con un segundo LP con el que confirmar su buena mano para hacer revivir el pop guitarrero de principios de los dos mil impregnado por historias de lo más realistas, pero que tampoco esconden algún que otro rincón fantasioso donde es preciso dejar volar nuestra mente de vez en cuando. Para entender un poco mejor el contexto de este trabajo, tenemos que mencionar que el grupo se encontraba de gira presentando su debut Honeymoon cuando llegó el confinamiento. Fue entonces cuando Lili Trifilio se vio de vuelta en casa de sus padres con mucho tiempo libre y muchas ideas para lograr nuevas canciones. El hecho de inventarse escapatorias mentales con las que poder lidiar mejor la situación, hizo que sus nuevas composiciones pudiesen llevarla muy lejos al mismo tiempo de no dejar de lado el carácter reflexivo de las historias encerradas en sus temas. Sin perder tampoco las acertadas coordenadas musicales de su debut, donde el carácter hipermelódico de sus composiciones y esa forma de ir concentrando pequeños momentos explosivos no solo en los estribillos resultaba inconfundible, esta segunda entrega se mueve en territorios similares pero seleccionando aún mejor los momentos en los que es preciso lanzarse a por apartados más eufóricos.

A lo largo de este trabajo vamos a encontrarnos con el fiel reflejo de como las personas y las relaciones que se establecen entre ellas cambian de forma constante, no ocultando en ningún momento la necesidad de poder quedarse a gusto hablando sobre ello. Evidenciando como todo esto puede conllevar tanto alegrías como decepciones, temas del estilo a ‘Scream’ representan muy bien toda esta temática relacionada con el consciente de como hay que estar preparados para los giros inesperados en el guion vital, tratando en todo momento de mantener el tipo. Por el camino, también merece la pena destacar como la paleta de recursos empleados para que todos estos pensamientos puedan calar hondo en el oyente ya no solo tiene que ver con exhibir por momentos una energía desbordante en el apartado guitarrero, sino también nuevos arreglos de teclados con los que dibujar ambientes algo más íntimos. De hecho la tónica de la parte media-final del trabajo nos va a dejar ante una nueva cara del grupo mucho más relacionada con escuchar su voz interior, algo que ocurre en la espacial ‘Infinity Room’.

Sin perder tampoco de vista aquellas canciones tapadas que a la postre son las que hacen que un disco resulte mucho más redondo, no podemos pasar por alto temas como ‘Karaoke’ donde nos encontramos ante esa esencia de cotidianeidad compartida donde los pequeños sobresaltos ayudan sobremanera a la hora de encarar la vida con un mayor optimismo. Destacando una vez más el buen pulso del grupo para que con pocos elementos sus temas puedan contagiar estados de ánimo de lo más positivos, ‘Eventually’ también logra transformar ciertos pensamientos algo desasosegantes en una nueva fortaleza con la que entender como ante todo el confiar en nuestra intuición nos seguirá abriendo puertas. Todo esto además se entiende mucho mejor a través de la interpretación tan aguerrida a la que nos tienen acostumbrados, confirmando una vez más como son una banda que equilibra el peso entre contenido revelador y pasión bien medida a la hora de compartirlo.