El artista brasileño ha logrado el trabajo que seguramente estábamos esperando hace tiempo de él, ya que en este Drama ha decidido abrazar de forma decidida las raíces relacionadas con la bossa nova y no abandonar para nada el buen resultado que le proporciona la ejecución de los temas desde el punto de vista de una banda rock. Dejándonos en ascuas desde el 2014 con su estupendo trabajo Cavalo, el músico siempre ha mostrado su enorme sensibilidad a la hora de divagar a través de sonidos acústicos donde el poder de las capas atmosféricas logradas de forma totalmente orgánica y con las imperfecciones propias el sonido ambiental. Ahora todo esto adquiere una nueva dimensión gracias a una nueva vitalidad otorgada a la hora de desprenderse del componente más solemne de su música, apostando de lleno por abrazar un lado más amable de las cosas que nos rodean y así encontrar una inspiración poética más cercana en sus letras. De ahí que en muchas ocasiones esta referencia va a estar plagada de pequeñas descripciones minuciosas de recuerdos que ganan peso en nuestra memoria de la forma más insospechada.

Si por algo destacan estas nuevas composiciones de Rodrigo es por esa visión totalmente integradora de los que suponen los ritmos tropicalistas, amoldándolos a las mil maravillas a todo lo que implica encontrar momentos más pausados en los que liberarse de ciertas cargas que hemos contraído sin darnos cuenta. Solo de esta forma temas como ‘I Can’t Wait’ se mecen en ambientes pegajosos donde poder fantasear con todo lo que implica poder alcanzar un mayor grado de libertad personal. Adornando en la mayoría de los casos los temas con ciertos leimotivs ejecutados por guitarras acústicas, el músico logra prepararel terreno para lanzarse de lleno a por esa otra cara de su música donde es preciso divagar por un plano instrumental más despojado. De ahí que una parte del disco como la que está compuesta por temas al estilo de ‘Tao’ goce de ese tono de intimidad que resulta indispensable a la hora de confesar temores, anhelos o esa forma en la que todo parece quebrarse a nuestro paso. Sin embargo, el carácter apacible y esa autoimposición de no ceder frente al peso de la angustia logran que en todo momento el disco se desprenda de cualquier atisbo de preocupación.

Ahora bien, si nos dejamos llevar por todos aquellos momentos donde Rodrigo apuesta por la grandilocuencia, tampoco vamos a salir malparados, ya que resulta totalmente embriagador la forma en la que logra acumular diferentes sensibilidades instrumentales que conviven de forma brillante y acaban por sumirnos en un estado casi festivo. Así es como ‘Eu Com Você’ se presenta como una de las grandes canciones del trabajo sin apenas pretenderlo, dejándonos en todo momento prendados de su énfasis por conducirnos hacia un estado anímico más aliviador. Tampoco pasa desapercibida ‘Um Milhão’, otro de los temas donde logra enfatizar el apartado vocal para disolverlo en una amalgama de guitarras de raíz psicodélica con la que adentrarse más de lleno que nunca en clásicos como Chico Buarque. Matices que acaban logrando que el disco resulte aún más completo y pueda dejar aún más poso a la hora sentir como la música de Rodrigo Amarante es capaz de bucear en universos sonoros de lo más diversos.