La formación liderada por Jessy Caron sigue resultando infalible a la hora de reflejar todos los matices posibles que se esconden dentro de su pop aterciopelado y con la vista puesta en los ambientes más narcóticos posibles. Con una trayectoria donde se refleja una evolución relacionada con ir redondeando el apartado sugestivo de sus canciones, su anterior LP Oncle Jazz supuso la cima de todo lo que la banda llevaba buscando durante años, emergiendo como uno de esos grupos que con un reducido número de elementos son capaces de crear texturas de lo más inmersivas. Pues bien, ahora llega el momento de presentarnos las canciones de Untourable Album, un disco que han ido forjando a lo largo de estos últimos años y que posee un nombre acorde a lo complicado que les resultará presentarlo en directo. Así es como queda claro que se toman la situación con humor, considerando que lo mejor que pueden hacer es seguir facturando canciones fieles a sus principios y esperar a que todo pase.

A juzgar por todo lo que nos encontramos en estas nuevas canciones, podemos afirmar que el trío ha logrado una vez más ese espacio preciso para que sus melodías se sostengan en el aire de una forma tenue, al mismo tiempo que de una forma camaleónica, transitan a través de momentos donde el R&B de dormitorio y el pop psicodélico más minimalista lo pueblan todo para ofrecernos una experiencia de lo más completa. Solo así llama la atención que temas tan escuetos como el inicial ‘Organon’ acaben revelándose como la perfecta síntesis del trabajo, convirtiéndose en una amalgama de modulaciones distantes que acaban desembocando en un estado de desconexión total con lo que nos rodea. La sensación de como este trabajo posee un gran componente evasivo es algo que va a estar de lo más presente a lo largo de la referencia, ya que incluso los momentos de mayor lamento y aferrados a todo lo que pudo haber sido y no fue llegan envueltos en un enrarecido pero reconfortante entramado sintético. Así es como ‘Before Dawn’ a pesar de ser la canción más quebradiza del disco logra intentar aliviar al máximo los recuerdos crudos.

A medida que avanza el disco nos encontramos con un número suficiente de buenos ganchos como para que la escucha no decaiga en ningún momento. Así es como coquetean más que nunca con el encanto del pop setentero que mira incluso hacia los ritmos trip hop en la coqueta ‘Always Lone’ o esa forma de contar con el poder de los sonidos graves y las modulaciones más extravagantes como ocurre en ‘Lifelong Song’, logrando que esa sensación de como el tedio puede quedar atrás a base de voluntad pueda calar hondo. Incluso la recta final del trabajo, donde recurren a una instrumentación más descafeinada y con la vista puesta incluso en el dream pop más huidizo y reducido a la mínima expresión, resulta acertada gracias a uno de los grandes tapados del disco como es ‘Shoulders’. En este tema logran concentrar de buena forma toda aquella delicadeza relacionada con capturar momentos difusos que permanecen en nuestra memoria para darles un nuevo valor y hacernos sentir como el paso del tiempo no resulta tan implacable como se suele percibir.