La banda italiana nos entrega su cuarto LP permaneciendo fieles a sus principios relacionados con que sus canciones generen un fuerte impacto en el oyente. Con una carrera que supera ya los 10 años, sus discos siempre han destacado por esa búsqueda incansable de un ruido capaz de apaciguar los ánimos, encontrando en el camino para lograr este objetivo un conjunto de recursos relacionados con el shoegaze más abrasivo. En este nuevo Voodoo estas máximas se mantienen para reflejar en todo momento un componente muy relacionado con mostrar narrativas tan sombrías como necesarias. De ahí que en esta ocasión se hayan decantado por acentuar más que nunca el cierto componente industrial que reside en su música, propiciando que todas las atmósferas encerradas suenen con un punto más amenazante que nos conduce de lleno al cúmulo de emociones turbulentas cuando nos sentimos totalmente perdidos en una etapa vital un tanto aciaga. Sin embargo, para no caer en lo devastador, Kill Your Boyfriend saben muy bien como tirar de electricidad post punk y así tratar de desvanecer los nubarrones.

Estructurando la referencia como un conjunto de seis temas donde se entrelazan los momentos más relacionados con la psicodelia ácida y un formato de ritmos motorik que aportan una gran vertiginosidad, la banda se saca de la manga un inicio de disco donde se aferran con uñas y dientes a los simbolismos que hablan de auges y caídas más que sonadas. Sin renunciar en ningún momento al efecto que generan los loops rítmicos más martilleantes, aquellos que nos meten en la situación precisa para que el miedo a lo desconocido pueda tener asociado buenas dosis de adrenalina, no dudan en presentarnos escenarios decadentes en composiciones como ‘The King’. Solo así es posible irse abriendo paso dentro de un preciso juego de ilusiones donde el precipicio está más cerca de lo que parece. Incluso llegado el momento no renuncian a sumergirse más de lleno en ciertas texturas drone con las que acentuar ese componente de entregarse al máximo a todo lo que implica analizar las profundidades mentales donde nuestros comportamientos resultan irracionales, algo que ocurre sobremanera en ‘Mr. Mojo’.

Surcando el ecuador de la referencia, nos encontramos con canciones de mayor aceleración como es el caso de ‘Buster’, el tema que prende realmente la mecha hacia cierta ligereza melódica donde también se desenvuelven como peces en el agua. A pesar de ello, el remate final con ‘Papa Legba / Voodoo’ llega de una forma bien distinta, ya que apuestan todo a una composición de casi 15 minutos de duración que bien podría suponer un nuevo disco en sí misma. Pronunciando al máximo los graves y todos aquellos destellos heredados de un formato de punk agónico y lúgubre, consiguen crear la banda sonora más relacionada que nunca con sumergirse en los infiernos para plasmar narrativas donde el caos y la confusión son los protagonistas. Desde un tratamiento de voces donde cada estrofa queda suspendida en el aire, hasta ese efecto de lograr parece una banda completamente diferente a base de emplear nuevas pedaleras para sus guitarras. Con esto queda claro que los italianos se toman muy en serio aquello de no repetir estructuras pasadas para lograr sonar más revulsivos que nunca.