Tras la ruptura de BROCKHAMPTON, la boy band que él mismo ayudó a fundar, el rapero y cantautor Kevin Abstract publica en solitario su cuarto álbum de estudio, Blanket. Se trata de su primera producción en solitario desde la aclamada ARIZONA BABY en 2019, donde colaboró con Jack Antonoff en un trabajo íntimo y experimental. En esta ocasión, Abstract se aleja del hip hop para adentrarse de lleno en el rock alternativo, el indie y el folk, géneros que ya había explorado tangencialmente en lanzamientos previos.

Blanket suena crudo, nostálgico y melancólico. Es un disco conceptual que evoca los miedos infantiles, la pérdida de la inocencia y la ansiedad ante la muerte. Su campaña promocional, plagada de referencias escalofriantes al cine de terror, anticipaba una propuesta siniestra y angustiante. Sin embargo, aunque cuenta con momentos inspirados, en general el álbum adolece de una ejecución irregular, con letras ingenuas y una instrumentación poco ambiciosa que no logra cohesionar las distintas influencias.

No obstante, el arranque del disco es prometedor. 'When The Rope Post 2 Break' sumerge al oyente en una atmósfera lúgubre y paranormal, entre susurros sobre criaturas que se agazapan en la oscuridad. La voz infantil de Abstract, ligeramente distorsionada, transmite la sensación de vulnerabilidad e indefensión propias de la niñez. Por su parte, el sencillo 'Blanket' rezuma la energía visceral e irreverente del post-punk y el grunge noventero, con su guitarra distorsionada y su batería enérgica.

Lamentablemente, tras este impetuoso comienzo la propuesta de Abstract parece perder fuelle. Abundan las canciones de estructura vaga, apenas esbozadas, que no terminan de cuajar. Su nostálgica melancolía a menudo deriva en empalago y cursilería. 'Today I Gave Up' es un claro ejemplo, con su desganada balada indie y una letra que suena a rendición.

No obstante, en medio de la irregularidad del conjunto asoman destellos de brillantez, como la luminosa 'Madonna', que hubiera sido un éxito viral en manos de un productor puramente pop, o la ensoñadora 'Scream', deudora de texturas más vaporososas. Por momentos Abstract recupera su vena melódica en cortes como 'What Should I Do?' o 'My Friend', si bien adolecen de una ejecución más bien anodina.

En definitiva, aunque arriesgado, este giro hacia el rock suena forzado e inmaduro, lastrado por unas composiciones endebles que no llegan a plasmar una voz propia dentro de estos géneros. No obstante, hay que aplaudir su osadía e instarle a que continúe puliendo su nuevo lenguaje sonoro. Cuando logra combinar la música indie con su talento vocal, atisbamos el enorme potencial de Kevin Abstract más allá del hip hop. Con tiempo y dedicación, podría consolidarse como una figura relevante del rock alternativo actual. De momento, Blanket se antoja un paso en falsa pero necesario para la evolución de este artista camaleónico.