Joanna Sternberg nos entrega un segundo LP que, ante todo, pone en valor el poder del amor, tanto el romántico como aquel que subyace en el fondo de cualquier vínculo especial, para vencer todos los tiempos oscuros que se avecinan. En un trabajo donde la mayoría de sus canciones se encuentran bastante despojadas de instrumentación que las pueda desviar de esa idea de melodía plena y de contenido tan sencillo como reivindicativo, la artista afincada en Nueva York es capaz de dejarnos ante unos relatos con los que aferrarnos a la capacidad de confiar no solo en nosotros mismos, sino también en dejarnos levantar por las personas que tenemos alrededor. A medida que escuchamos el disco y nos adentramos en esa forma tan afable como apasionada de presentarnos ideas de carácter universal, que sirven como auténticos faros frente al desánimo y las desilusiones vitales, resulta bastante sencillo sentirnos invadidos por todos aquellos sentimientos plenos descritos de la forma más sutil posible. Echando la vista hacia atrás y hacia adelante, resulta conmovedor cómo, por muchos baches que aparezcan en el camino, Joanna siempre persigue esa idea de encontrar esperanza en las pequeñas acciones que nos mueven, remarcando una y otra vez como ante todo lo más importante que tenemos es el poder de nuestra imaginación, buscando siempre ser personas dispuestas a compartir.
Desde lo particular de su voz, hasta lo intuitivos que resultan sus arreglos al piano, podemos afirmar que Joanna nos gana de lleno a base de no realizar ningún experimento que pueda alejarla de poder tararear cada una de sus canciones sin ningún tipo de problema. A esto tenemos que unirle su forma de narrar historias donde en todo momento se intuyen los segundos intentos, logrando moldear poco a poco el cierto torno agridulce que recubre los temas para adaptarlo a la perfección a la necesidad de creer en cómo podemos sobreponernos a situaciones complicadas. La mejor muestra de ello que podemos encontrar en el disco seguramente sea 'Mountains High', que representa a la perfección esa forma de presentar sus canciones como una montaña rusa de idas y venidas entorno al levantarse una vez más. Coqueteando en todo momento con esa agradable sensación que nos deja siempre la evasión dentro de nuestra mente, procurándonos que la fantasía pueda ser un refugio seguro, 'I'll Make You Mine' nos cautiva también de lleno con sus mayores influencias jazzísticas, terrenos que la artista domina a las mil maravillas. Sin embargo, no todo va a ser tratar de escapar de la realidad, sino que también la forma de enfrentarse a ella con el canto más sentido se hace totalmente presente en 'Stockholm Syndrome', una canción clave dentro del disco donde muestra los beneficios que suele tener el paso del tiempo en los asuntos del corazón.
Más detalles de esos que hacen que estemos ante una referencia que nos toca de lleno, llegan precisamente en las canciones donde Joanna casi se vale tan solo de su voz para hacer que las canciones crezcan. Este puede ser el caso de 'I Will Be With You', con la que lanzarse hacia el futuro con cierto brillo en la mirada, mostrándonos una vez más esa resistencia frente a la adversidad que confiere sin lugar a dudas un carácter muy definido a la obra. Más canciones donde nos abre sus pensamientos al máximo en todo aquello de intentar saber cómo querer a los demás, 'The Love I Give' aparece como otra canción capital dentro del marco de sentimientos compartidos con el fin de encontrar inspiración en lo que tenemos alrededor. Tirando en esta ocasión de un componente más relacionado con la canción americana, evidencia cómo es capaz de ir cogiendo de forma sutil ciertas referencias estilísticas y amoldarlas a un formato casi acústico. Incluso cuando trata de alcanzar alguna que otra cota más épica con el brío de los acordes de 'She Dreams', estamos ante la misma cara de la moneda al lograr que su voz resuene con esa inconfundible mezcla de paciencia y mensajes hacia ella misma con los que recordarse como nunca hay que apartarse del camino por muy enfrascado que esté. Pudiendo extrapolar cada uno esta idea a su situación personal, queda claro cómo estas canciones seguramente nos acompañen tanto en los tiempos más convulsos, como aquellos en los que realmente la luz entra de lleno en nuestras vidas para olvidarnos de todo lo demás.


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