Han pasado cinco años desde que Colleen Green publicase I Want to Grow Up, un disco que era toda una declaración de intenciones a la hora de desprenderse de todos esos rasgos propios de la inseguridad que aún colean cuando piensas que tienes bien superada la postadolescencia. A través de guitarras robustas con las que invocar ese espíritu del garage sucio de melodías combativas, la artista afincada en Los Ángeles se sacó de la manga un conjunto de canciones de melodías repletas de gancho y esa forma de sonar tan oscura como quisiese sin que las canciones cayesen hacia un lado depresivo. Pues bien, en su regreso con nuevo material, parece que ha quedado atrás toda aquella necesidad de reafirmarse y encontrarse a sí misma, ya que a lo largo de este Cool podemos sentir como la despreocupación se apodera de su forma de vida, no excluyendo algún que otro momento más reflexivo pero mirando inequívocamente a la importancia de tratar de no defraudar a los demás. Alternando en todo momento pequeñas píldoras de pop algo más edulcoradas que de costumbre como es el caso de ‘I Wanna Be A Dog’, junto con algún que otro momento donde bucea en espectros rítmicos algo más afilados y sugestivos al estilo de ‘Highway’, Collen logra una variedad de canciones bastante amplia con la que esquivar la mayor inmediatez de los singles del disco.
Evidenciando como en este disco se ha centrado en dar rienda suelta a características que no estaban tan presentes en su música, resulta de lo más interesante comprobar la forma de dar vida a los ritmos motorik en ‘Natural Chorus’, a la par de dejarnos al mismo tiempo dentro de ella momentos bastante explosivos con los que comprobar como es capaz de aunar todo lo propio de la escuela de Neu! junto con el espíritu más desafiante de la Costa Oeste. Más detalles que no pueden pasar por alto y que nos muestran su necesidad de ir explorando nuevos territorios sin renunciar al núcleo guitarrero más insoluble llegan con una ‘I Believe In Love’ donde el ralentí mostrado va marcando el camino hacia esa forma de convencerse de como el amor nos puede salvar. Todo esto llega reformulado a través de su humor sutil, haciéndose más presente que nunca en una ‘How Much Should You Love a Husband?’ que aparece como el perfecto hilo musical de lo que podría ser una sitcom de romance ácido de principios de los 2000.
Si nos centramos en los momentos en los que Colleen resulta de lo más reconocible, también nos vamos a encontrar con canciones de una gran ligereza melódica, coros brillantes y ese énfasis por intentar que la balanza emocional se decante por un lado más positivo. Solo así pueden llegar composiciones como ‘It’s Nice to be Nice’, emergiendo como esa canción perfecta cuando nos tenemos que recordar que no hay que cuestionar como ha sido el camino emprendido hacia lo que se intuye como felicidad. De hecho esta canción podría recoger de buena forma el mensaje lanzado en un disco donde precisamente sabe como no pasarse de frenada en todo aquello que sugiere el encontrar momentos vitales más favorables. De esta forma el realismo y el mayor tono que apela al intimismo de temas como ‘Posi VIbes’ logran que ante todo este conjunto de canciones suenen convincentes, no estando bañadas por la euforia que causan ciertos momentos. Desde luego Colleen es bastante consciente de ello y sabe como transmitirlo, teniendo al mismo tiempo motivos más que suficientes para sentirse todo lo cool que quiera en sus canciones.
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