El guitarrista de Big Thief, Buck Meek, vuelve a brillar en solitario con su nuevo álbum Haunted Mountain, lanzado bajo el emblemático sello 4AD. En este trabajo, Meek eleva su sonido hacia nuevos paisajes, con una producción más ambiciosa que complementa sus distintivas composiciones.

Grabado en vivo con sus compañeros de gira, Haunted Mountain despliega una instrumentación cálida que realza las canciones, desde delicadas baladas acústicas hasta enérgicos temas eléctricos. La incorporación de sintetizadores le otorga un toque onírico, apreciable en cortes como el hipnótico 'Mood Ring' o la expansiva 'Where You're Coming From'.

Si bien Haunted Mountain mantiene la esencia íntima y cercana de sus anteriores producciones, se percibe una evolución en la exploración sonora de Meek. Hay eco de psicodelia en la eléctrica 'Undae Dunes' y pinceladas de country en la vibrante 'Haunted Mountain', impulsada por acordes de steel guitar.

La lírica de Meek continúa siendo poética, con abundante imaginería natural y referencias espirituales. Pero en este disco destaca el enfoque en composiciones de amor, donde transmite las complejidades de las relaciones modernas con perspicacia y dulzura.

Canciones como 'Secret Side' y 'Didn't Know You Then' logran expresar verdades profundas sobre el romance a través de metáforas y un lenguaje sencillo pero efectivo. Incluso en temas más elaborados como 'Cyclades', donde relata pintorescas historias familiares, se aprecia ese don para condensar la experiencia humana en versos conmovedores.

Gran parte de ese lirismo introspectivo se debe a la colaboración de Meek con la cantautora experimental Jolie Holland, quien co-escribió varios de los mejores momentos del disco. También destaca el homenaje a la compositora Judee Sill en 'The Rainbow', utilizando sus letras póstumas.

Aunque lleva el sello inconfundible de su estilo personal, Haunted Mountain suena como un esfuerzo colectivo. La química de Meek con el talentoso grupo de músicos que lo acompaña, incluyendo al productor Mat Davidson y su hermano Dylan, realza cada detalle.

Con su característica modestia, Meek continúa innovando dentro de la tradición del folk-rock, sin pretensiones vanas. En Haunted Mountain logra crear una experiencia auditiva que invita a dejarse llevar por la música, encontrando consuelo en las pequeñas alegrías de la vida.

Más que un ejercicio nostálgico, es un disco luminoso, lleno de posibilidades. La búsqueda introspectiva de Meek consigue que lo cotidiano se vuelva extraordinario. Con cada nuevo lanzamiento, reafirma su voz única dentro del panorama musical actual. Haunted Mountain es una gema que destaca por su calidez y su visión poética de ese paisaje interno que todos habitamos.