El trío londinense publica su primer LP bajo el cobijo de Matador Records, algo que para nada ha cambiado su forma de operar. Con una información bastante parca acerca de los orígenes del grupo, influencias y cualquier otro dato relevante acerca de su proceso creativo, el que es el tercer trabajo del grupo nos sigue dejando ante la esencia difusa de sus temas, atrapándonos de nuevo en ese conjunto de sensaciones extrañas y ambiguas que acaban por dejar espacio a la imaginación. Basando buena parte de su sonido en una producción poco pulida, con la que dejan siempre en un primer plano los desarrollos melódicos que casi siempre resultan clarividentes, no tienen ningún complejo en reflejar una actitud desganada en la ejecución de sus composiciones. Esta huida, no sabemos si premeditada o no, por intentar que sus guitarras suenen más o menos nítidas, ayuda sin lugar a dudas a acrecentar esa atmósfera tan desconcertante que envuelve todo lo que rodea al grupo y que sin lugar a dudas juega a favor para que este Tracey Denim posea un clímax tan enrarecido como disfrutable. Sin escatimar en número de canciones ni en su duración, bar italia parecen centrarse a lo largo de estas composiciones en la confusión y frustración que muchas veces sentimos cuando estamos algo perdidos en nuestra vida. Esa forma de sentirnos abrumados por preguntas sin respuestas y la sensación de que es tarde para cambiar algunas cosas se abre paso a lo largo de la referencia, mostrándose con rotundidad desde la inicial ‘guard’.
Otro de los buenos puntos de este disco es la forma en la que no se adhieren en ningún momento a ninguna vertiente estilística concreta, más allá de garantizarnos una oscuridad subyacente en todas sus canciones. A lo largo de sus canciones vamos a encontrar trazas de post punk un tanto agónico, sonido noventero melancólico, brit pop pasado por un filtro completamente Lo-Fi e incluso algún que otro ramalazo de rock industrial. Todo esto resulta perfectamente unificado por la forma de lograr un sonido bastante mate, de modo que al final la mayoría de las canciones acaban mostrando ese camino hacia las situaciones donde los estados de ánimo abatidos marcan la tónica general. Sin ir más lejos, hasta las composiciones más anestesiadas como ‘NOCD’ se dejan seducir por esa imagen de personajes que se sienten bastante desconectados de sí mismos y de su interior, no buscando tampoco ninguna revolución por cambiarlo. A pesar de ello, y aunque también el tono resulte algo gris y sombrío, hay alguna que otra canción que apela a la confianza de continuar con el camino emprendido, tal y como se refleja en ‘Missus Morality’, un tema cantado por Nina Cristante donde nos habla sobre la importancia de ser fiel a una misma. Transmitiéndonos cómo la protagonista se siente cómoda actuando como lo hace, incluso si eso significa tropezar y caer a veces, también revela la necesidad de apoyar a los demás en su camino y ayudarlos a levantarse cuando caen.
Apelando en todo momento a su estética por momentos lúgubre, donde nos ofrecen todos los ingredientes que hacen de esta referencia algo muy particular, logran que podamos percibir buena parte de los temas como reconfortantes si nos encontramos en las condiciones de aislamiento necesarias para sumergirnos en ellos. Tan solo basta con escuchar ‘best in show’ para comprender mejor todo ello, identificando a las mil maravillas la empatía volcada en estos temas a la hora de tratar temáticas complejas como la incomunicación. Es este tema donde se adentran en la dificultad para conectar con los demás y la manera en cómo los personajes se sienten solos y aislados. Sin embargo, esta composición sí que nos encontramos con una cierta lucha por encontrar la forma de expresar sus sentimientos y pensamientos, revelando ya de paso la importancia de ser honesto y auténtico en las relaciones. Así es como nos queda claro que, aunque bar italia traten de ocultar muchos datos acerca de sus orígenes, han volcado todos sus esfuerzos en que estas canciones sean precisas y certeras a la hora de abordar todas nuestras situaciones vitales más abatidas.
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