Lan McArdle y Own Williams, miembros de los ya extintos Joanna Gruesome, han sabido muy bien como continuar con el legado de la formación en su más reciente proyecto Ex-Vöid, logrando evidenciar una evolución más relacionada con un pop de bordes más limados respecto a lo que hacían anteriormente. Apostando en esta ocasión por sumergir el énfasis punk que destacaba sobremanera en sus anteriores composiciones, han sabido como llevar a buen puerto todo lo que implica mostrar un espíritu envalentonado a la hora de no perder comba en esa necesidad de afrontar los problemas vitales de una forma totalmente decidida. Con esta máxima por bandera, el grupo se marca uno de esos trabajos donde parece que en todo momento se encuentran esprintando a la hora de hacer que sus estribillos puedan tener un calado inmediato. Todo esto lo realizan con una naturalidad pasmosa, otorgando el protagonismo necesario a ciertos elementos como son los solos de guitarra que aportan un mayor toque revitalizador o una perfecta ambivalencia en lo referido a lograr unos coros que lleven los temas en volandas. Recursos que manejan a las mil maravillas y que sirven para poner en valor la importancia de ceñirse a discursos de dos minutos donde hay tiempo de sobra para no dejarse nada en el tintero.

Si escuchamos de principio a final del disco, podremos darnos cuenta de como la banda no se toma ningún tipo de respiro en lo relacionado a presentarnos leimotivs melódicos que puedan resultar contagiosos a las primeras de cambio. Siendo capaces de lograr al mismo tiempo que las canciones tengan el suficiente empuje como para no perder en ningún momento la atención de lo que estamos escuchando, vamos a descubrir como son capaces de transitar entre ese formato de canción lanzado a por la liberación de situaciones complicadas como es el caso de ‘So Neurotic’ y aquel otro donde saben como sacar el mejor partido a todo lo que implica componer los temas partiendo de impulsos nerviosos, algo que sucede en una ‘Chemical Reaction’ que se presenta como el tema más desatado de todo el disco. Lo mejor de todo ello es que Ex-Vöid nos presentan las canciones sabiendo como rebajar en su justa medida la urgencia que imprimen en ellas, logrando de este modo suavizar el lado más dramático de los temas y que así se puedan percibir como nuevo combustible para luchar contra cualquier tipo de ansiedades.

Repasando algunos de los momentos más brillantes del disco, no podemos pasar por alto todas aquellas canciones donde son capaces de plasmar estampas con las que se sobreponen a todas las decepciones que nos causan las personas que tenemos a nuestro alrededor. Este es el caso de la emocionante ‘(Angry at You) Baby’, canción que bien puede representar la enorme habilidad que posee el grupo a la hora de exhibir auténticas montañas rusas melódicas en la que todo puede cambiar con cada acorde. Más de aquellos momentos donde logran prender la mecha, pero de una forma diferente, aparecen en una ‘Weekend’ que saca a relucir la forma en la que son capaces de abrirse paso entre un pop más emocional y centrado en poder contextualizar ciertos recuerdos. Como si se tratase de deconstruir las películas que nos creamos en nuestra propia cabeza, este tema nos presenta a un grupo que también se mueve como pez en el agua en todo lo relacionado con poder serenar los ánimos y que la dimensión de las situaciones que se escapan a nuestro control no logre abrumarnos por completo. De ahí que aunque en muchas ocasiones estas canciones se encuentren en el límite de situaciones donde parece que todo va a saltar por los aires, también es posible respirar hondo y comprobar como todo acaba pasando.