La artista irlandesa Ciara Mary-Alice Thompson ha debutado hace escasos días con un LP que viene a reivindicar como las raíces folk no tienen que ser una losa a la hora de facturar música pop de lo más expansiva en pleno 2022. De esta forma todo lo mostrado en esta referencia supone una perfecta hoja de ruta para acercarnos a una forma de vivir la vida en la que no hay que perder el humor frente a los infortunios que nos encontramos en todas las parcelas del día a día, sabiendo cómo darle la vuelta a situaciones relacionadas con citas que resultan desagradables o esa forma en la que las personas que discurren por nuestra vida nos acaban decepcionando profundamente. Todo esto resulta ejecutado a través de múltiples giros en el guion con los que moverse a través de la música country, el pop de principios de los 2000 o un glam rock que sirve para edulcorar su propuesta. Por todas estas cosas CMAT es una artista todoterreno que ha sabido como dar vida a unas historias plagadas de anécdotas curiosas a través de una indefinición musical que le sienta a las mil maravillas. A pesar de ello, la sensación que desprende escuchar este trabajo de principio a fin no es para nada la de un disco inconexo, sino que la forma de encarar los temas a través de esa actitud relacionada con dar siempre un paso al frente ante las situaciones que tratan de hundirla es un hecho completamente destacado.
Con una estética que en todo momento nos recuerda a un cruce perfecto de Dolly Parton y los protagonistas de Grease, Ciara nos presenta un mundo donde el drama llama en todo momento a la puerta, siendo afrontado con ese punto de perspicacia que se precisa para que las situaciones más imprevisibles y caóticas no acaben por superarnos. Así es como las canciones de ruptura de este disco no resultan afrontadas desde el desconsuelo, sino a través de guardar los precisos momentos de dolor y sentir como una vez cesan las lágrimas todo puede volver a empezar. Esto es lo que ocurre en la estupenda ‘I Don’t Really Care For You’, donde el mayor semblante serio que adquiere el tema hacia su mitad se acaba difuminando de buena forma en un enfoque mucho más revitalizante. Seguramente el hecho de afrontar todas estas situaciones un tanto desalentadoras es lo que propicia que el disco en todo momento desprenda la imagen de una artista que confía totalmente en sí misma y saca el mejor partido posible a su alegre forma de ser. Solo así se pueden lograr canciones tan entretenidas como ‘No More Virgos’ y al mismo tiempo dejar un poso importante en todo lo relativo a saber como movernos en nuestras relaciones sentimentales.
Con más momentos destacados, no podemos pasar por alto la cara del disco que nos deja ante temas más introspectivos y relacionados con tomarse las cosas mediante un semblante más reflexivo. En este apartado es donde acaban reluciendo composiciones como ‘Lonely’ o ‘I’d Want U’, encajando al mismo tiempo con el discurso de ser lo más consciente posible de nuestras emociones. Incluso cuando también hay situaciones donde las fuerzas flaquean, CMAT pone de manifiesto lo importante que es pensar en una misma, llegando temas como ‘I Wanna Be A Cowboy, Baby!’ para reafirmarlo. Precisamente canciones así son las que ayudan a reforzar la cara más pasional del disco sin necesidad de abrirse a la euforia pop, haciéndonos ver como la base que sustenta el disco resulta sólida y cargada de esa entrega por avanzar frente a nuestras limitaciones. Motivos más que suficientes para poder afirmar que lo que ha editado Ciara se encuentra sin lugar a dudas entre las sorpresas más agradables de lo que llevamos de año.
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