El quinteto de Lyon ha logrado en su segundo álbum un conjunto de canciones cargadas de una gran personalidad en todo lo que implica explorar territorios relacionados con los polirritmos, la psicodelia más ácida o atmósferas que revisten de un cierto regusto dark wave que llama sobremanera la atención. Atendiendo a lo que ya conocíamos del grupo hasta el momento, podemos afirmar que su EP debut Sinie Sinie se encontraba bañado por momentos donde el componente motorik lo conducía todo hacia una cierta sensación de imprevisibilidad, abriendo de este modo la puerta a situaciones de caos bajo control de lo más disfrutables. Sin embargo, en este nuevo L’Orée, las sensaciones son muy diferentes, ya que apuestan de forma decidida por ir alternando a través de diferentes géneros estilístico mostrando elementos unificadores que aporten una coherencia al disco. Todos esos pequeños puntos de unión se encuentran muy relacionados con el tratamiento sintético que hacen de las atmósferas encerradas en la referencia, no dejando nunca al azar la gran actividad que subyace en cada una de las composiciones. Por lo tanto, si en todo momento tratamos de despojar las canciones de la actividad melódica que tiene lugar en un primer plano, nos daremos cuenta de las capas brumosas que acaban desarrollándose de forma casi sigilosa.
Demostrándonos a lo largo de toda la referencia como también son capaces de juguetear con todo lo que implica encontrar un carácter aguerrido y un sentido contundente al componente guitarrero del álbum, ‘Feu de Joie’ abre las puertas a ese espíritu tan indómito que por momentos nos sugiere la referencia. Al mismo tiempo, estos compases más intensos y envalentonados no hacen que pierdan su capacidad de contemporizar y ofrecer giros bien definidos en el guion, ya que la forma en la que siempre acaban por contener el mayor ruido latente de su parte melódica resulta también bastante evidente. Continuando con el viaje hacia aquellas situaciones más sugestivas, tampoco vamos a poder pasar por alto lo encerrado en ‘Fuel of Sweet’, una composición con un mayor carácter western donde sin embargo logran sacar el mejor partido posible unas cuerdas que emergen de lo más metalizadas posibles. Así es como evidencian esa forma en la que su música se amolda a situaciones de lo más desafiantes, recogiendo de este modo un cúmulo de sentimientos bastante turbulentos.
A medida que el disco se acerca hacia su recta final, llama la atención de como los ambientes se tornan más cortantes, acentuándose todo ello en el momento en el que llega una ‘Disguised In Orbit’ donde hacen más patente que nunca esa necesidad de explorar texturas mucho más relacionadas con los sintetizadores modulares. De ahí que nos ofrezcan momentos donde parece que la referencia se dirige completamente hacia una amalgama de atmósferas burbujeantes donde lo acechante se encuentra a la vuelta de la esquina. Sin embargo, en la penúltima ‘Yzmenet’ son capaces de lograr un perfecto equilibrio entre una vertiente post rock bastante brutalista y ese perfecto enfoque de sonidos de apariencia más orgánica que se enmascaran en todo lo que implica poder cortar la tensión ambiental casi con un cuchillo. Así es como evidencian que sus recursos son prácticamente ilimitados y como ante todo aciertan en su objetivo de despertar reacciones sobrecogedoras en el oyente.
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