Omni, el trío de post-punk originario de Atlanta, regresa con su cuarto álbum de estudio Souvenir, un trabajo que consolida su estilo característico a la vez que introduce interesantes variaciones. A lo largo de once canciones, la banda explora nuevos matices sin abandonar la esencia que los ha definido desde sus inicios.

El disco abre con el corte 'Exacto', una pieza contundente que ejemplifica la naturaleza precisa y matemática del sonido de Omni. Riffs de guitarra angulares chocan con versos directos rimados con maestría, creando una tensión cautivadora que estalla en el eufórico estribillo. La banda demuestra aquí su talento para construir canciones concisas y funcionales, sin un solo elemento sobrante.

A pesar de la concisión reinante, Souvenir no carece de momentos expansivos y experimentales. 'Plastic Pyramid' incorpora las voces invitadas de Izzy Glaudini de Automatic, sumando una capa extra de textura vocal. Los arreglos son impredecibles, alternando pasajes minimalistas con explosiones rítmicas y destellos de lirismo inesperado. Es una de las canciones más ambiciosas y elaboradas de Omni.

El álbum entero destila una inmediatez y frescura que realza su atractivo. Canciones como 'Common Mistakes' y 'Double Negative' son ejercicios de economía pop deslumbrantes, concentrando enormes dosis de hook y energía en poco más de dos minutos. La naturalidad con la que Omni transita entre lo cerebral y lo visceral es asombrosa.

Aunque Souvenir exhibe la misma destreza instrumental que los trabajos previos de Omni, hay una evolución palpable en su sonido. La producción de Kristofer Sampson aporta brillo y nitidez, y la incorporación del baterista Chris Yonker como miembro estable infunde nueva vitalidad rítmica. Además, las letras ácidas y crípticas de Philip Frobos adquieren un matiz más accesible y emocional en ciertas entregas.

Piezas como 'INTL Waters' y 'Granite Kiss' dan muestra de los nuevos rumbos que Omni explora con maestría. La primera alterna entre un cadencioso groove y detonaciones de guitarra funky, mientras que la segunda construye atmósferas contemplativas con retazos vocales casi celestiales. Son ejemplos de la capacidad del grupo para reinventarse sin forzar su estilo distintivo.

En el último tramo, Souvenir no pierde un ápice de intensidad ni originalidad. 'Verdict' es una bomba de adrenalina donde la voz de Glaudini entabla un duelo hipnótico con Frobos. 'F1' es inconformista y experimental, con giros rítmicos y melódicos imprevisibles. La banda mantiene su afilada actitud hasta el cierre con 'Compliment', corte épico y apabullante.

A lo largo de sus once cortes, Souvenir encapsula la esencia de Omni a la perfección: precisión matemática, inventiva rítmica, riffs compactos pero memorables y una inconfundible actitud punzante y mordaz. Al mismo tiempo, revela la ambición de la banda por diversificar su paleta sin traicionar su identidad.

Es un álbum que reafirma el estatus de Omni como una de las propuestas más cautivadoras del post-punk contemporáneo. Con una fórmula ya muy definida, el trío logra extraer nuevos matices de su sonido sin perder la intensidad arrolladora que los caracteriza. Souvenir es por momentos incisivo e implacable, pero también deja respirar con pasajes de impredecible belleza. Un recuerdo atemporal del talento de este grupo.