El nuevo álbum de la cantautora estadounidense Chelsea Wolfe, She Reaches Out To She Reaches Out To She, marca un punto de inflexión tanto en su vida personal como en su trayectoria musical. Tras años de adicción y relaciones tóxicas, Wolfe inició un camino de sobriedad y sanación interior que queda reflejado en la temática principal de este disco: el crecimiento personal a través de la comunicación entre nuestras versiones pasadas, presentes y futuras.
Musicalmente, encontramos una fusión ecléctica de géneros que abarca desde el folk gótico y el metal hasta la música electrónica y el trip hop. Wolfe demuestra así su versatilidad al combinar influencias de trabajos anteriores como Abyss, Hiss Spun o Birth of Violence con nuevos elementos experimentales de la mano del productor Dave Sitek.
El álbum se abre con 'Whispers in the Echo Chamber', un tema de tintes industriales donde escuchamos a una Chelsea Wolfe susurrante y etérea bailando entre riffs distorsionados, para dar paso a 'House of Self-Undoing', de ritmo más enérgico y electrónico. Otras canciones como 'Tunnel Lights' o 'The Liminal' beben del trip hop setentero con reminiscencias a Portishead o Massive Attack.
No faltan después episodios de mayor calma, belleza y lirismo, como la evocadora 'Place in the Sun', donde la voz de Wolfe luce espléndida. Tampoco intensos pasajes de guitarras abrasivas en cortes como 'Dusk', el broche final.
En definitiva, nos encontramos ante una propuesta arriesgada, experimental e hipnótica, salpicada por momentos de luminosa epifanía. Un viaje onírico a través de los claroscuros del subconsciente y del proceso catártico de sanación. La reinvención de una artista en estado de gracia que mira al futuro sin perder su esencia.
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