La banda irlandesa Sprints acaba de lanzar su esperado disco debut Letter To Self, una explosiva colección de 11 canciones garage punk que funde guitarras distorsionadas, baterías frenéticas y letras profundamente personales.
El álbum marca el inicio del siguiente capítulo para este cuarteto de Dublín, liderado por la carismática vocalista y guitarrista Karla Chubb. Después de ganar una sólida base de fans con sencillos y EPs anteriores, Sprints finalmente capturan el poder abrasador de sus actuaciones en vivo en este conjunto de canciones catárticas.
Chubb describe Letter To Self como una exploración del dolor, la pasión y la perseverancia, ya que aborda sus luchas internas con la identidad, la sexualidad y el sentido de pertenencia. Sus letras audazmente honestas tratan temas como la ansiedad, la culpa religiosa, los pensamientos suicidas y las dificultades de ser una mujer bisexual en la industria de la música.
La crudeza emocional de las letras se equilibra con una instrumentación enérgica y áspera. El baterista Jack Callan y el bajista Sam McCann proveen una base rítmica implacable mientras las guitarras disonantes del propio Chubb y de su compañero Colm O'Reilly añaden capas de distorsión y realzan la intensidad.
Canciones como 'Ticking' y 'Heavy' exploran sentimientos claustrofóbicos de ansiedad y alienación a través de progresiones de acordes inquietantes y estribillos explosivos. 'Cathedral' funde imágenes góticas con una instrumentación caótica para representar las luchas internas de Chubb con la homofobia internalizada.
En contraste, temas como 'Literary Mind' y 'A Wreck (A Mess)' inyectan destellos de luz entre tanta oscuridad, con melodías pegadizas y coros épicos que siguen recalcando las vivencias personales de Chubb. Incluso en sus momentos más luminosos, Sprints nunca abandonan su crudo ingenio lírico.
Otras pistas como 'Adore Adore Adore' y 'Up And Comer' abordan las injusticias que Chubb ha enfrentado como mujer en la escena musical, denunciando la misoginia, las expectativas de género y la falta de respeto. Su frustración cobra vida a través de riffs punk fulminantes y estribillos hechos para gritarse a todo pulmón.
Con su mezcla abrasiva de letras como navajas y música visceral, Letter To Self logra la hazaña de ser ultra personal y ampliamente relacionable a la vez. Ofrece una vía de escape catártica para quienes compartan las luchas que retrata, a la vez que nos invita a una experiencia musical cruda y electrizante.
Sprints demuestran una refrescante audacia al abrirse paso tan profundamente en este debut, forjando himnos poderosos desde sus batallas más íntimas. Si eres fan del punk y el post punk, prepara tus oídos para la descarga de adrenalina que representa Letter To Self. Una mirada espeluznante al interior del alma que termina en celebración de la resiliencia.
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