Tras un prolongado periodo de silencio discográfico, el veterano grupo californiano Grandaddy regresa por todo lo alto con su nuevo trabajo, Blu Wav. Se trata del sexto LP de estudio en la trayectoria de esta singular banda, liderada como siempre por su cantante y compositor Jason Lytle.

Si bien Grandaddy logró cierto reconocimiento con algunos de sus primeros trabajos a finales de los 90, donde eran frecuentemente comparados con leyendas postmodernas como Radiohead, su consagración definitiva llegaría en el año 2000 con el magistral The Sophtware Slump. En ese disco plasmaban a la perfección su característico sonido, una evocadora mezcla de melancólico indie-rock con destellos psicodélicos y espaciales.

Tras una notable carrera plagada de altibajos, que incluyó una primera separación en 2006, Grandaddy parecía recuperar fuelle con su anterior entrega, Last Place de 2017. No obstante, apenas unos meses después de su publicación, el grupo sufrió un duro golpe con la trágica muerte de Kevin Garcia, bajista original y pieza fundamental. Como resultado, Grandaddy volvió a sumirse en un estado de letargo, cancelando todos sus conciertos programados.

Muchos se preguntaban si la formación californiana sería capaz de sobreponerse a semejante pérdida. La respuesta llega siete años más tarde con Blu Wav, un disco de marcado carácter introspectivo y melancólico, que supone además la exploración de nuevos derroteros sonoros.

El enigmático título hace referencia a la improbable fusión que propone Lytle entre el bluegrass clásico y la new wave de los 80. Una arriesgada apuesta que le lleva a introducir por primera vez instrumentos como el pedal steel o el banjo en la paleta de Grandaddy. El country rural se entrelaza así con su añeja fascinación por la tecnología y la ciencia-ficción, dando lugar a una evocadora banda sonora para solitarios viajes por carretera o noches de desvelo.

Ya en la magnífica 'Watercooler', el primer sencillo, encontramos esa compleja dicotomía, entre oficinistas languideciendo entre photocopiadoras y fugaces escenas de desolada poesía en medio del desierto. Una canción que encierra todo el espíritu de Blu Wav: la búsqueda de la belleza en medio de la tecnificada alienación contemporánea.

El grueso del álbum consiste en delicadas baladas country de ritmo ternario, perfectas para acompañar el desamor, la añoranza o la sensación de vacío existencial. Así lo expresa Lytle tanto en cortes destacados como 'Cabin in my Mind' o 'Long as I'm not the One', como en el resto de piezas.

No faltan eso sí algunos destellos de mayor luminosidad, como la entrañable 'Ducky Boris and Dart', un tema acústico con cierto aroma a música infantil donde el líder de Grandaddy rinde tributo a las mascotas que le acompañaron en tiempos mejores.

En definitiva, nos encontramos ante una obra crepuscular, elegíaca, que transmite la melancolía de un autor avejentado por los embates de la vida. Quizás no sea el Grandaddy más innovador o rompedor, pero sin duda nos llega al corazón. Un disco hecho para escuchar a solas, con la mirada perdida en el horizonte, mientras el pedal steel nos transporta lejos de toda realidad.