Review

Rachel Bobbitt - Swimming Towards The Sand

Rachel Bobbitt

2025

7.9


Por -

Rachel Bobbitt lleva tiempo escribiendo canciones que hablan de lo que permanece cuando todo cambia. Su trayectoria ha sido discreta, pero muy coherente, construida paso a paso, sin acelerar nada. En ‘Swimming Towards The Sand’, la artista da forma a un trabajo que une recuerdos familiares, pérdidas recientes y un deseo claro de volver a mirar hacia el lugar del que partió. El disco se grabó en Los Ángeles junto al productor Chris Coady, aunque su espíritu está lleno de paisajes del Atlántico canadiense, de la costa donde creció. Esa mezcla entre lo vivido y lo recordado da sentido a un conjunto de canciones que avanzan con calma, sin prisas, pero con una intención muy clara: entender qué queda de una misma después de los cambios.

El título, ‘Swimming Towards The Sand’, resume muy bien la idea que atraviesa todo el disco. Nadar hacia la arena implica moverse entre dos mundos, el del agua y el de la tierra, como si buscar el equilibrio entre ambos fuese una forma de encontrarse. Rachel Bobbitt utiliza esa imagen para construir un relato que combina el dolor por las ausencias con la serenidad que llega después. Canciones como ‘Don’t Cry’ o ‘Hush’ marcan ese punto de partida, con letras que hablan de crecer, de los lazos que se pierden y de los que se mantienen a pesar de todo. La artista escribe desde lo cotidiano, con gestos sencillos que se convierten en símbolos: una conversación con una amiga, una llamada sin contestar, una tarde cualquiera que termina quedándose grabada en la cabeza.

En ‘Hands Hands Hands’ se aprecia con claridad cómo Bobbitt convierte los recuerdos en escenas muy concretas. Habla de su abuelo y de los tomates de su jardín, de las cosas pequeñas que de repente se vuelven enormes cuando ya no están. En esa canción mezcla la ternura con la sensación de vacío, sin recurrir a dramatismos. Algo parecido ocurre en ‘Remember?’, donde se enfrenta a la pérdida desde un punto de vista íntimo y casi doméstico. No utiliza grandes frases para hablar del duelo; prefiere centrarse en las acciones mínimas que lo hacen real, como cuidar a alguien o guardar silencio junto a otra persona.

Una de las cosas más interesantes del disco es la forma en que Rachel Bobbitt canta. Su voz tiene formación en el jazz, y eso se nota en cómo juega con los matices, pero lo que más destaca es la naturalidad. No fuerza los finales ni busca sorprender; simplemente deja que las palabras encuentren su ritmo. En muchas canciones se escucha como si estuviera hablándose a sí misma, algo que da una cercanía especial. En ‘Furthest Limb’ alcanza uno de los momentos más intensos del álbum, subiendo el tono mientras expresa una mezcla de deseo y desconexión. En ‘Ask Again’ utiliza repeticiones que reflejan el pensamiento circular de quien intenta entender algo que se escapa. Esa capacidad para unir forma y contenido es una de las mayores virtudes del disco.

El sonido general de ‘Swimming Towards The Sand’ mantiene una línea sobria. Las guitarras, los sintetizadores y las percusiones acompañan sin imponerse. Justice Der, su colaborador habitual, aporta arreglos que completan la atmósfera sin ocupar el primer plano. Lo interesante es que cada detalle tiene sentido. En ‘Life By The Marsh’, por ejemplo, la voz de Bobbitt suena tan cercana que parece que esté respirando junto a quien escucha. En cambio, ‘Sweetest Heart’ abre el espacio, deja que el aire entre y todo fluya con ligereza. La producción evita los adornos y apuesta por una claridad que encaja perfectamente con el tipo de escritura de la artista.

Rachel Bobbitt escribe desde la observación, con frases directas que condensan emociones sin dar rodeos. En el tema final, ‘Nothing’, resume el tono general del disco con el verso “Maybe it’s the act of waking / Maybe it’s a wave finally breaking”. Esa imagen del despertar y de la ola que rompe representa el cierre natural del recorrido: después de moverse entre corrientes, llega la calma. No hay dramatismo ni alivio exagerado, solo la aceptación de que todo cambia y que lo importante es seguir avanzando.

El mar es la gran metáfora del disco. A lo largo de las canciones, aparece como lugar de consuelo, de peligro y de aprendizaje. En ‘I Want It All’, la artista imagina vivir bajo el agua, como si ahí pudiera escapar del ruido y la presión. Esa imagen del océano indiferente que sigue su curso, con o sin una, refleja la forma en que Bobbitt entiende el paso del tiempo. Su música parte de esa idea: todo continúa, incluso cuando uno se detiene.

‘Swimming Towards The Sand’ transmite una sensación de continuidad. No busca grandes clímax ni momentos de impacto; lo que propone es acompañar un proceso interior, como si cada tema fuera una conversación distinta con el pasado. Escuchar el álbum de principio a fin da la impresión de recorrer una vida en calma, llena de pausas, donde las emociones se expresan con naturalidad. Rachel Bobbitt no intenta hacer un retrato perfecto de sí misma, sino un mapa de aquello que la sostiene: la familia, la amistad, la memoria, la duda, la fe en que el tiempo ordena lo que parece imposible de entender.

El resultado es un trabajo que se siente sincero, sólido y muy pensado. Cada canción tiene un propósito dentro del conjunto y ninguna se percibe como relleno. Al terminar, la sensación es parecida a la de volver a casa después de un viaje largo. No todo encaja, pero algo en el ambiente resulta familiar. Con este álbum, Rachel Bobbitt demuestra que su manera de escribir y cantar se asienta en la observación y la calma, y que su mundo artístico está construido sobre la certeza de que las pequeñas verdades son las que acaban sosteniendo todo lo demás.

Conclusión

Rachel Bobbitt transforma en ‘Swimming Towards The Sand’ la distancia y la calma en herramientas narrativas, construyendo canciones que giran en torno al tiempo, el hogar y la persistencia de los vínculos.

7.9

Álbum

Rachel Bobbitt - Swimming Towards The Sand

Artista

Rachel Bobbitt

Año

2025

Discográfica

Concord

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.