Entre quienes siguen el recorrido de Heaven For Real, siempre flotó la sensación de que su música intenta capturar el instante en que un pensamiento empieza a desvanecerse. Su trayectoria está hecha de impulsos que se transforman en melodías inestables, pero conscientes de su rumbo. Con ‘Who Died & Made You The Dream?’, Mark y J. Scott Grundy abren una etapa que parece escrita desde la distancia y el desplazamiento físico y emocional de su proceso creativo. Grabaron con instrumentos de viaje, en diferentes lugares, acompañados por colaboradores que multiplican las voces y las texturas, y ese método convierte cada pieza en una postal sonora donde la percepción se altera sin perder sentido. Desde el primer acorde, el disco respira esa intención de desplazarse sin fijar destino, como si el movimiento fuese la única manera de permanecer.
‘Sentient Brat’ inaugura el recorrido con un aire de sarcasmo que funciona como carta de presentación. La voz suelta frases que parecen burbujas de un pensamiento distraído, pero que esconden una crítica a la identidad moldeada por la exposición continua. Cuando Mark canta “I’m entirely a logo / when everything we’re gonna do is strange”, plantea el vacío que produce vivir rodeado de imágenes sin fondo. Esa idea se prolonga en ‘A Little Bit of Space (and the Heart Starts Dancing)’, donde la búsqueda de un respiro emocional se convierte en una necesidad física. La canción construye un espacio imaginario que no se mide en metros, sino en la capacidad de sostener la calma. El grupo utiliza ese pequeño margen para sugerir que la serenidad puede encontrarse incluso en medio de la saturación, cuando la mente deja de intentar explicarse a sí misma.
‘Unltd. Time’ traslada esa tensión hacia el terreno del tiempo. La letra, con versos como “I’m not in a mad rush / but who am I, faced with something beautiful and true?”, retrata la contradicción entre el deseo de avanzar y la imposibilidad de mantener lo que se aprecia. El ritmo parece girar sobre sí mismo, insistiendo en una sensación de presente perpetuo, como si el instante se expandiera hasta borrar los límites. En cambio, ‘Super Bored’ introduce un tipo de humor que no busca hacer reír, sino evidenciar el absurdo de la repetición cotidiana. La voz recita imágenes que mezclan ironía y lucidez, construyendo un paisaje donde la saturación se convierte en materia poética. Es una canción que transforma el tedio en un espejo donde se refleja la vida moderna, repleta de distracciones que confunden placer con estímulo.
La dupla formada por ‘Thundering’ y ‘Hold Me Back’ representa el eje emocional del disco. En la primera, la mezcla de guitarras y percusión crea una tensión casi cinematográfica, mientras los versos “promise me you’ll reach right through the night” se perciben como una súplica por conservar la conexión frente al desgaste del entorno. En ‘Hold Me Back’, la repetición de la palabra “relinquishment” actúa como un hilo que ata la canción a su propio núcleo: la idea de rendirse sin caer, de aceptar la pérdida como una forma de equilibrio. Todo gira alrededor de ese ciclo que se repite y se resignifica, hasta que la voz parece flotar entre la resignación y la calma.
En ‘No Use’, la frustración se traduce en un intento por ordenar el caos mental. La melodía avanza entre giros repentinos, mientras la letra retrata la confusión de quien intenta recordar sin lograrlo: “lots to process, I know there’s a word for it / but forgot the name”. La amnesia no se trata como un fallo, sino como la consecuencia de vivir expuesto a un exceso constante. ‘Allowance’, breve y sintética, funciona como un puente que conduce a ‘Improvement’, uno de los momentos más directos del álbum. En esta pieza, el grupo se burla de la autoayuda contemporánea y de los discursos sobre productividad que inundan la red. Versos como “I talk less, is this improvement?” cuestionan la obsesión por medir el progreso personal, recordando que el deseo de perfeccionarse puede volverse una trampa. Heaven For Real entienden que la mejora forzada suele esconder una forma de angustia, y la ironía con que tratan ese tema otorga a la canción un filo social inconfundible.
El tramo final acentúa la melancolía sin convertirla en dramatismo. ‘Common Breath’ suena como una despedida, sostenida sobre un ritmo pausado y una voz que repite “I’m sorry babe / thought it’d be different babe”, frase que resume la dificultad de aceptar los desenlaces sin convertirlos en culpa. La grabación se siente casi doméstica, llena de aire, como si cada palabra estuviera siendo dicha en la habitación contigua. En ‘Sinister Gladness’, el cierre llega con un tono que mezcla serenidad y distorsión. El verso “so wise to make your getaway fun” encierra una reflexión sobre cómo escapar sin rencor, cómo marcharse celebrando lo inevitable. En esta canción, el grupo parece reconciliarse con la pérdida y convierte la despedida en un gesto de alivio, no de derrota.
Heaven For Real consiguen conectar las piezas de ‘Who Died & Made You The Dream?’ como si cada una fuera un fragmento de una conversación extensa, donde el humor, la confusión y la ternura conviven en igualdad. La escritura de los Grundy se sostiene sobre la observación minuciosa del entorno digital, el agotamiento de los discursos de mejora y la búsqueda de una forma más simple de comunicación. Su manera de construir canciones propone una ética del detalle, una confianza en el poder de lo mínimo. Cada imagen, cada frase y cada sonido contribuyen a crear un lenguaje propio que invita a pensar en el modo en que vivimos y en la forma en que gestionamos el ruido que nos rodea. El resultado es una mirada lúcida sobre la desconexión contemporánea, sobre la necesidad de mantener un pequeño espacio donde todavía sea posible pensar y sentir sin mediación.
Conclusión
Heaven For Real retratan la confusión de la vida actual con canciones llenas de ironía, melodías luminosas y frases que observan cómo el deseo de mejorar acaba volviéndose una carrera sin sentido.

