Review

Texas 3000 - Weird Dreams

Texas 3000

2025

8


Por -

Desde una esquina insospechada de Tokio, una banda de tres integrantes formula su forma de existir como quien escribe un diario al margen de todo. No hay pretensión de claridad ni voluntad de hacerse entender. Lo que hacen se alimenta de retazos de percepción y deja un rastro de sensaciones que nunca se alinean. ‘Weird Dreams’, su nuevo EP, no organiza nada. No ofrece puntos de entrada amables. Es un archivo de impulsos encapsulado en cinco cortes que funcionan como episodios aislados de un mismo fenómeno, no como capítulos consecutivos.

Texas 3000 no se aproximan a la música como una ciencia exacta, tampoco como una reacción espontánea. Se trata más bien de una forma de habitar contradicciones sin intención de resolverlas. El trío compuesto por Jojo, kirin y Sakiyama construye canciones con lógicas internas que se intuyen improvisadas, pero que son el resultado de interacciones físicas, decisiones mínimas, sesiones sin mapa previo. Lo que emerge tiene más que ver con la memoria de lo que no llegó a ser que con afirmaciones claras. Si hay una narrativa, está enterrada bajo capas de decisiones instrumentales que se contradicen unas a otras.

‘Strange Cherry Red’ abre el disco con una estructura reconocible, pero eso dura poco. El tema parece deslizarse desde una progresión melódica hacia algo menos estable, más insidioso. La letra “A strange cherry red / I paint the bad weather” proponer imágenes inconexas que se superponen como manchas de tinta. No hay línea discursiva, solo acumulación de impulsos líricos que oscilan entre la confesión y el automatismo. El tema actúa como un aviso: nada de lo que sigue está pensado para quedarse en un solo lugar.

Con ‘Other’, el EP rompe de forma definitiva cualquier continuidad posible. Aquí, el rap en japonés de 没 flota sobre una base de pulsos y ruido ambiental, combinando elementos cotidianos como “demasiadas pestañas de YouTube abiertas” con observaciones que suenan casi rendidas  (“aunque esté con esta resaca / siento que está bien seguir viviendo”). El tema no necesita desarrollarse; su propósito es sostenerse dentro de su propia densidad. Es una postal urbana, no en lo visual, sino en lo mental: saturación, rutina, cuerpos que ya no esperan el último tren.

‘There’s Still Time’ parece buscar un refugio acústico, pero incluso aquí las frases simples terminan generando tensión. “Leaves / Swinging on the tree / Don’t wither” se repite sin generar calma. La insistencia en frases como “Tell me what are you rushing for” da la sensación de una conversación que nunca logra instalarse. El aire que rodea la canción no es quietud, sino indecisión encapsulada. El tema avanza sin cerrar nada, sin dejar claro hacia dónde mira.

El núcleo emocional del disco se concentra en ‘Universe Drawer’, una canción que simula ser accesible en su arranque, con guitarras claras, hasta que todo se descompone en una progresión casi destructiva. Hay un gesto de duelo evidente con “When I found out you died / My heart did start to break”, pero el relato jamás se vuelve solemne. El dolor se describe como una secuencia de imágenes absurdas: un coche en llamas, un salto al lago, la promesa de que “you’ve got what it takes, anyway”. En lugar de consuelo, la canción elige el exceso. La música colapsa justo cuando la letra se vuelve más confesional. En su tramo final, una voz susurra que “everything moves so fast”, reconociendo el agotamiento con el que la canción se disuelve.

El cierre llega con ‘Other #2’, una especie de secuela deformada del segundo tema. No se presenta como remix ni como relectura. Funciona más como una variación mental, una forma de reencuentro con algo que nunca terminó de formarse. No hay clímax, no hay conclusión. El EP simplemente cesa.

El grupo no parece interesado en las estructuras habituales del formato EP. ‘Weird Dreams’ no responde a un concepto cerrado, aunque su título se convierta en la única coordenada posible. La idea del sueño, no como ensoñación, sino como falla estructural de la lógica, sobrevuela todo el trabajo. Las letras no buscan coherencia. La instrumentación combina lo acústico con lo digital, lo controlado con lo dejado al azar. Lo que se impone es una especie de aceptación del caos no como estilo, sino como condición.

En este trabajo, Texas 3000 se observa a sí mismo desde fuera, pero sin distancia emocional. Lo que ofrecen son fragmentos conectados por un impulso común: el de documentar su deriva en un tiempo sin estructura. No hay un mensaje discernible, pero sí una insistencia en dejar registro. En ese sentido, ‘Weird Dreams’ se comporta como un conjunto de documentos privados que, por accidente, se han publicado.

Las canciones no son interpretaciones de una vivencia, sino residuos de un tránsito. Cada elemento, desde los versos dispersos hasta los silencios abruptos, sugiere una voluntad de registrar lo que se siente antes de entenderlo. El resultado no es una obra deliberadamente misteriosa, sino una colección de momentos en los que la música sirve como contenedor de cosas que, de otro modo, desaparecerían.

Conclusión

Texas 3000 desmantelan la idea de identidad musical en 'Weird Dreams', con cinco canciones que cruzan géneros y colapsan recuerdos entre ruido, confesión y disonancia emocional.

8

Álbum

Texas 3000 - Weird Dreams

Artista

Texas 3000

Año

2025

Discográfica

Skin Slicing Horse

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.