Con su quinto álbum de estudio Undressed at the Symphony, la cantautora estadounidense Faye Webster nos entrega una colección de canciones íntimas y reflexivas donde explora temas como las relaciones fracturadas, la sanación personal y la búsqueda de uno mismo.

Musicalmente, este disco continúa la fusión de géneros que Webster viene cultivando en sus trabajos anteriores, combinando indistintamente el indie folk, el country, el R&B e incluso toques de música orquestal. Las guitarras plácidas y nostálgicas se entrelazan con elegantes arreglos de cuerdas, mientras la cálida voz de Webster parece susurrarnos al oído confesiones directas desde el corazón.

La artista escribió buena parte de estas composiciones luego de una ruptura sentimental, por lo que muchas letras transmiten ese dejo melancólico de quien aún añora un amor que se ha ido. "Quiero verte en mis sueños pero luego olvidar, estamos destinados a estar juntos pero no todavía", canta con voz quebradiza en 'But Not Kiss', una de las grandes perslas del disco.

No obstante, el tono general del álbum dista de ser lúgubre o derrotista. Al contrario, Webster se muestra esperanzada, dispuesta a reconstruirse a sí misma y su mundo tras el dolor. "Sé que lo resolveré", afirma con seguridad en 'Wanna Quit All The Time', mientras los arreglos instrumentales parecen confirmar su fe en el porvenir.

Incluso cuando toca temas tristes, como en la desgarradora balada 'Lifetime', la cantautora se las arregla para encontrar atisbos de belleza y positivismo en medio del desconsuelo. Es en este vaivén emocional, entre la melancolía y la alegría, la nostalgia y la esperanza, que reside gran parte del encanto de este disco.

Si bien muchas letras se centran en relaciones románticas del pasado, el foco nunca se aleja de la propia Webster, de su lucha interna y su afán por reconstruirse tras la adversidad. La música se convierte así en una suerte de terapia personificada.

De hecho, el título del álbum está inspirado en una rutina que la artista adoptó después de su ruptura: decidir en el último minuto ir a ver a la Orquesta Sinfónica de Atlanta para distraerse y encontrar consuelo. De ahí la imagen de ella "underdressed at the symphony", utilizando este espacio de belleza etérea para sanar sus propias heridas.

Con cada nuevo lanzamiento discográfico, Faye Webster afina su visión artística y consolida su voz única, que mezcla lo terrenal y mundano con destellos de magia y ensoñación. Si bien Undressed at the Symphony no llega a la perfección absoluta, nos regala suficientes momentos de intimidad y catarsis emocional como para reafirmar su condición de cantautora llena de talento y sensibilidad.