Review

Mal Blum - The Villain

Mal Blum

2025

8


Por -

Mal Blum publica ‘The Villain’ en un momento en el que la palabra villano resuena más allá de la ficción. No es solo un arquetipo literario o cinematográfico, sino una categoría que se asigna con rapidez a quienes rompen expectativas sociales. En este álbum, esa etiqueta se transforma en impulso creativo. Tras varios años sin editar un trabajo de estudio, vuelve con un disco marcado por el descenso de su voz a un registro más grave después de iniciar testosterona, lo que coincide con la necesidad de reconsiderar qué significa habitar una masculinidad vigilada y sospechosa para la mirada externa.

La obra se articula sobre la fricción entre roles impuestos y experiencias propias, entre la herida íntima y la caricatura pública. Desde el arranque con ‘A Small Request’, donde canta “don’t let them name me when I’m dead”, el álbum se abre rechazando la imposición de nombres y relatos ajenos. Esa línea introduce un hilo que recorre toda la obra: la resistencia a quedar fijade en un papel diseñado por otres, ya sea en vínculos personales o en el discurso social que rodea a las personas trans.

En ‘Must Get Lonely’ se dibuja la caída de una relación en la que la ilusión inicial se convierte en distancia emocional. Después, ‘I’m So Bored’ condensa la apatía ante un vínculo que se deshace sin dramatismo, con frases que rozan el cinismo y un ritmo anclado al pulso del pop-punk más inmediato. El tedio se convierte en forma de resistencia, pero también en diagnóstico: repetir patrones hasta que la ruptura pierde todo elemento sorpresivo.

‘Killer’ da un giro al apropiarse de estereotipos de masculinidad violenta para desmontarlos desde dentro. El estribillo “All the bad men, now I’m one” funciona como declaración incómoda, enfrentando la facilidad con la que se asocia a los hombres trans con imágenes de agresividad. Mal Blum no ofrece salidas; lo que despliega es la crudeza de verse reflejade en un imaginario impuesto que opera incluso contra su voluntad.

El punto de inflexión aparece en ‘Gabriel’, donde la distorsión desaparece y predomina un tono acústico. El tema interroga la lealtad, los límites de la entrega y el riesgo de volar demasiado cerca del sol. Ese paréntesis íntimo contrasta con la aceleración de ‘The Truth Is Out There’, que inyecta un pulso eléctrico a la segunda mitad del disco. Aquí la velocidad suena como intento de compensar el desconcierto de lo narrado.

‘Cool Guy’ utiliza la arrogancia como disfraz. “Everywhere I go I am somebody”, proclama, antes de reconocer “I’ve got nobody”. La pose se resquebraja y deja a la vista la soledad. ‘Gemini v. Cancer’, en cambio, se recrea en un vínculo tóxico narrado con imágenes corporales: “You carved my name into your bed frame / I burned yours under my rib cage”. El horóscopo es excusa; lo que queda es la violencia compartida en una dinámica destructiva.

En el tramo final, ‘Too Soon’ adopta un tono atmosférico, menos contundente en lo sonoro pero más directo en su exposición afectiva. El recuerdo de una relación aparece atravesado por la memoria del daño, situando la canción en un lugar ambiguo entre nostalgia y advertencia. El tema titular, ‘The Villain’, recoge esas tensiones y las devuelve en una confesión amarga: “It feels so small being bitter / Now I’m ashamed by all the blame I’ve levied onto you”. El villano deja de ser solo el otro para convertirse también en un espejo incómodo.

El cierre con ‘Husbands and Other Strangers’ amplía el horizonte del disco en una pieza extensa, con capas instrumentales y fragmentos casi hablados. Aquí se percibe un intento de clausura, de reunir los hilos de la obra en un relato que no conduce a reconciliación, sino a la constatación de que las máscaras y los papeles asignados nunca se ajustan del todo a la vida real.

‘The Villain’ se sostiene sobre la incomodidad y la contradicción. Mal Blum expone cómo la etiqueta de villano se proyecta tanto en lo íntimo como en lo social, desplazándose entre la burla, el desencanto y la vulnerabilidad. El resultado es un mapa de vínculos fallidos, máscaras masculinas y huidas parciales que no traen redención, pero registran el desgaste de habitar un papel que viene de fuera.

Conclusión

Mal Blum en ‘The Villain’ afronta el peso de ser retratade como villane, explorando cómo la percepción ajena y la autocrítica se cruzan en narraciones de ruptura, desencanto y resistencia.

8
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Álbum

Mal Blum - The Villain

Artista

Mal Blum

Año

2025

Discográfica

Get Better

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.