El trío de Montreal, integrado por Tim Darcy, Ben Stidworthy y Evan Cartwright, ha regresado con su segundo álbum, 'The Gloss', una continuación del camino iniciado en 2022 con 'Deep in View'. Esta nueva entrega captura la sólida camaradería forjada entre los miembros, plasmando su esencia en un conjunto de composiciones grabadas en directo y con mínimas sobregrabeaciones.

'The Gloss' representa una evolución natural del sonido minimalista de la banda, construido sobre los cimientos de guitarra, bajo y batería. Sin embargo, en esta ocasión, los arreglos adquieren una mayor densidad y vibración, resaltando la interacción entre los afilados riffs de Darcy, las sólidas líneas de bajo de Stidworthy y los intrincados patrones rítmicos de Cartwright.

La apertura con 'Tracing Hallmarks' sienta las bases de lo que será un recorrido por diferentes ambientes y texturas. Los giros melódicos, el choque de platillos y el impulso del bajo se entrelazan en una armonía inquieta, anticipando la diversidad que aguarda en las siguientes pistas.

A lo largo del álbum, la voz de Darcy, un instrumento melancólico pero directo, se pasea por los senderos del 'sprechgesang', esa manera de cantar-recitar que ha ganado popularidad en géneros como el post-punk contemporáneo. Sus letras, cargadas de autoconsciencia y comentarios oblicuos, aportan una capa adicional de introspección a las composiciones.

Cortes como 'Pallor Tricks' y 'Albatross' exploran terrenos disonantes y melódicos a la vez, transitando entre transiciones abruptas y coros prácticamente soleados. La robustez de 'Albatross', en particular, refleja con un ojo surrealista la cotidianidad y el tedio del siglo XXI.

No obstante, a medida que avanza 'The Gloss', se advierte una ausencia de la inmediatez presente en 'Deep in View'. Algunas pistas, como 'Nice Try' y 'Keys Down If You Stay', carecen de la dinámica necesaria para sostener sus estructuras repetitivas, provocando que el álbum pierda energía hacia el final con 'Bitter Melon'.

A pesar de lucir orgullosamente sus influencias, este enfoque diverso puede, en ocasiones, obstaculizar el progreso, resultando en canciones vibrantes y únicas, mientras que otras se ven relegadas a territorios más derivativos. Sin embargo, estas contradicciones podrían favorecer a Cola, convirtiendo a 'The Gloss' en un paso inevitable hacia un tercer álbum más cohesivo y enérgico.

'The Gloss' es una digna adición al canon post-punk, un trabajo que consolida el sonido minimalista de Cola al tiempo que explora nuevos horizontes. Si bien no alcanza los niveles de intensidad de su predecesor, sienta las bases para una evolución futura, dejando entrever el potencial de esta agrupación para seguir forjando su propia identidad musical.