Review

Jeffrey Lewis - The EVEN MORE Freewheelin’ Jeffrey Lewis

Jeffrey Lewis

2025

7.7


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Cuesta distinguir si el gesto de posar desnudo en la misma calle que Dylan, en un remake involuntariamente paródico de una de las portadas más reconocidas de la historia, es una broma privada o una declaración estética. Lo cierto es que hay algo incómodo en la imagen, no por el cuerpo mostrado sino por lo que arrastra: el cansancio de una época que sigue nombrando sus referentes culturales con torpeza, como si el afecto por el pasado se nos hubiese oxidado. Jeffrey Lewis no pretende homenajear, tampoco corregir. Actúa. Elige la calle donde vive desde hace décadas, convoca a una amiga, reproduce la pose, se quita la ropa. El gesto queda ahí, colgado, como una frase que nadie termina.

Bajo ese gesto, se despliega ‘The EVEN MORE Freewheelin’ Jeffrey Lewis’, un disco que no busca continuidad con nada más que con el rastro que deja la memoria. Es una obra anclada en una voz concreta, una manera de decir las cosas que se construye desde la contradicción: la urgencia de seguir creando, frente a la desgana de un cuerpo que ya no responde igual. Lewis no trata de parecer relevante ni viejo ni joven. Simplemente está ahí, insistiendo en poner palabras donde se acumulan las sensaciones borrosas. El resultado es una colección de canciones que no buscan gustar, sino registrar.

‘Do What Comes Natural’ abre el álbum con una lógica que se disuelve sola. La negación de cualquier impulso creativo termina desembocando, inevitablemente, en una forma de seguir haciendo canciones. Con una guitarra mínima y una voz que arrastra más resignación que duda, Lewis recorre una lista de renuncias y amenazas hasta llegar a una conclusión que, si no fuese tan absurda, parecería razonable: “If you act like an artist, it makes you an artist”. No hay épica, solo un modo de salir del estancamiento.

Hay otro tipo de letargo en ‘Movie Date’, donde el cansancio de compartir una película con alguien que se duerme antes de la mitad sirve como excusa para hablar del paso del tiempo dentro de una relación. En lugar de nostalgia o drama, el relato avanza con una ternura funcional, como quien repasa una rutina sabida pero necesaria. La caída de párpados, los títulos que nunca se terminan, las referencias cruzadas a Bill Murray y Bogart. No hay final, solo un murmullo que insiste.

En ‘DCB & ARS’, el grupo construye una fantasía improbable entre dos personas reales: el fallecido David Berman y la escritora Amy Rose Spiegel. A través de esta historia ficticia, se abre una vía para hablar del deseo de conexión, de admiración, de cruce imposible entre mundos que no llegaron a encontrarse del todo. La canción avanza con un ritmo ágil, guiado por un violín que evita el sentimentalismo, y un juego de palabras que se permite la ironía sin perder gravedad.

‘Sometimes Life Hits You’ es quizá el tema más inmediato del disco. La frase del estribillo —“Ow, fuck that hurt”— se repite hasta convertirse en una consigna vacía de consuelo, una especie de mantra que reconoce el dolor sin anestesia. La instrumentación se vuelve más ruidosa, más cercana al rock de bar, pero no pierde el control. Cada golpe está medido, cada verso apunta a una caída sin red. No hay moraleja, solo la certeza de que a veces el cuerpo y la mente se rinden al mismo tiempo.

‘Tylenol PM’ se instala en esa línea frágil entre la queja farmacológica y el lamento personal. La dependencia de un medicamento de venta libre adquiere aquí un tono tragicómico que incomoda más por lo que insinúa que por lo que dice. El uso de marcas, la culpa implícita, el humor autoparódico: todo convive en un clima de derrota cotidiana. No hay escándalo, solo cansancio y una música que acompaña sin resolver.

‘Relaxation’ engaña desde el título. Lo que suena es una letanía nerviosa, una enumeración de conceptos disonantes y un acompañamiento instrumental que se desborda sin llegar a explotar. Es una canción sobre el colapso mental, narrada con un ritmo que finge serenidad mientras recita ideas como quien repasa una lista para no olvidar nada. La ansiedad se convierte en motor, en núcleo compositivo.

El relato coral de ‘Inger’ ofrece un respiro, pero no en tono ni en intención. A través de la historia de una mujer sueca que emigra y se reconstruye, Lewis esboza un retrato que parece sacado de una novela breve o de uno de sus cómics. Aquí no hay ironía ni parodia, sino una mirada que observa sin intervenir demasiado. La tristeza está presente, pero filtrada a través de la distancia narrativa.

‘100 Good Things’, grabada en directo, aparece como una recapitulación forzada de lo que aún sostiene a quien canta. La enumeración de objetos, personas y momentos tiene un tono de inventario vital. No hay júbilo, solo un intento de convencerse de que aún hay motivos. El público se ríe, la canción avanza, la voz no se quiebra.

El cierre llega con ‘The Endless Unknown’, que funciona como reverso sombrío de todo lo anterior. El violín se impone, la voz se encoge, y las ideas se acumulan como si ya no hiciese falta ordenarlas. Es una despedida sin resolución, un final que no pretende clausura.

‘The EVEN MORE Freewheelin’ Jeffrey Lewis’ no ofrece evolución ni ruptura. Es un disco construido sobre la acumulación y el desgaste, sobre la necesidad de seguir cantando lo que no puede decirse de otro modo. Cada canción sostiene una escena que, por pequeña que parezca, merece ser contada. Y eso, en este contexto, ya es suficiente.

Conclusión

Jeffrey Lewis entrega en ‘The EVEN MORE Freewheelin’ Jeffrey Lewis’ una serie de canciones que se mueven entre la resignación, la ironía y la ternura, abordando el desgaste emocional de la rutina con recursos narrativos que tensionan lo íntimo sin concesiones ni disimulo.

7.7

Álbum

Jeffrey Lewis - The EVEN MORE Freewheelin’ Jeffrey Lewis

Artista

Jeffrey Lewis

Año

2025

Discográfica

Don Giovanni

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.