Cassie Ramone, conocida por su trabajo con Vivian Girls y The Babies, ha lanzado ‘Sweetheart’, su tercer álbum en solitario, de manera sorpresiva. Este trabajo llega casi una década después de su anterior disco solista, ‘Christmas In Reno’, y marca un retorno a la escena musical tras un período de cambios personales significativos.
‘Sweetheart’ se lanzó como una transmisión de YouTube de casi 40 minutos, acompañada de un video. La disponibilidad en plataformas de streaming convencionales está prevista para una fecha posterior, según ha comentado la propia artista, quedando claro cómo la forma de mostrar este disco al mundo tiene mucho que ver con cómo ha sido también creado, al margen de cualquier reducto relacionado con el aparataje de la industria musical.
Este LP se presenta como una colección de canciones que fusionan elementos del Lo-Fi, el fuzz pop y el rock alternativo. La producción, a cargo de Dylan White en colaboración con Ramone, evoca una sensación de nostalgia y atemporalidad, recolectando pequeños fragmentos brillantes de una memoria difusa que busca revivir la intensidad con la que fueron vividos todos los episodios a recordar.
El proceso de creación del álbum tiene sus raíces en las experiencias de Ramone durante los confinamientos. La artista relata haber pasado noches componiendo fragmentos de canciones en el porche trasero de su vivienda, grabando ideas a capella en la grabadora de voz de su teléfono. Estos esbozos sirvieron como base para las sesiones de grabación que tuvieron lugar en Richmond, Virginia, entre diciembre de 2023 y marzo de 2024.
Temáticamente, ‘Sweetheart’ parece ser un viaje introspectivo. Ramone ha compartido que el álbum está inspirado, en parte, por los viajes familiares de su infancia a los parques nacionales del oeste de Estados Unidos. Estas experiencias, junto con los recuerdos de mudanzas y descubrimientos musicales tempranos, sirven como telón de fondo emocional para unas canciones que suponen un auténtico vaivén de momentos donde la esperanza es lo último que se pierde.
El período entre el lanzamiento del álbum de reunión de Vivian Girls en 2019 y la creación de ‘Sweetheart’ estuvo marcado por cambios significativos en la vida de Ramone. La artista relata haber regresado a Nueva York desde Los Ángeles, haber trabajado en un almacén de Amazon, haber dejado el alcohol, haberse comprometido e incluso haber pasado un breve período de 24 horas en la cárcel. Estas experiencias parecen haber influido en la atmósfera y las letras del álbum.
Buceando al máximo en todo lo que nos vamos a encontrar en este disco, estamos ante una oda desafiante a periodos vitales que se intuyen confusos, pasando desde el anhelo de ese hogar difuso y perdido de la inicial ‘I'm Going Home’ hasta esa euforia que se entremezcla con las sombras del pasado en ‘Together’, la canción de espíritu más pop del disco. Queda claro cómo Cassie es capaz de hacer que su trayectoria musical resulte de lo más coherente con estas nuevas canciones, haciéndonos ver cómo siempre ha mantenido un magnetismo innato por las canciones de guitarras tan quebradizas como saturadas y las melodías inmediatas.
Recorriendo el tedio existencial en una ‘Dilly Dally’ que saca a relucir cómo también es capaz de lograr canciones pegajosas alejadas de distorsión, el disco es capaz de avanzar de la forma más realista posible, moviéndose entre las esperas eternas que nos ofrece la vida y las formas de escapar a ellas a través de una evasión que solo puede brotar de nuestro interior. Incluso la final ‘Wait A Minute’ posee ese recordatorio de la necesidad de intentar ver la cotidianeidad desde una perspectiva en la que los pequeños detalles a nivel sensorial puedan romper su aparentemente indeleble pesadez.
Tampoco se puede pasar por alto la canción que da título al disco, realizando una brillante disección sobre todas esas cosas que, a la postre, hacen que sigamos adelante. Destacando como siempre esa voz capaz de capturar toda la extrañeza que nos rodea y cómo nuestros actos resultan tan inexplicables como todo lo que nos tiene deparado el destino, Cassie logra que las escenas de soledad puedan ser percibidas de una forma íntima y cercana. Acompañando a la perfección a estos retazos de noches en vela y espacios liminales de los que se desconoce si son fuentes de inspiración o confusión, la artista no esquiva para nada el adentrarse en las sombras de su pasado más reciente, dejándonos ante frases reveladoras sobre su necesidad de sanación.
Por todas estas cosas, estamos seguramente ante uno de esos discos que llevábamos esperando mucho tiempo y no sabríamos si llegaría en algún momento. Cumpliendo las expectativas en todo lo relacionado con lo que cabría esperar de una de las figuras más importantes y talentosas de una escena musical ya perdida, ‘Sweetheart’ no solo centra el foco en la nostalgia de todo lo que se hizo en la Costa Oeste hace más de una década, sino que supone un sólido discurso sobre formas de permanecer fiel a una identidad sonora y estética que bien merece una reivindicación.
Todo motivo de celebración es poco con tal de sentir que Cassie pueda, a partir de ahora, lanzar música más a menudo, y de paso, quién sabe si estas canciones pueden servir como punto de inflexión para que otras bandas puedan subirse a una nueva ola de ese garage pop que solo se puede describir desde las emociones efímeras, arrebatadoras y, paradójicamente, inolvidables.


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