La necesidad de modificar la forma en la que una misma historia se cuenta puede llevar a cambios que no siempre funcionan de manera uniforme. En ‘Superbucle’, Yawners altera parte de sus códigos sin renunciar del todo a la estructura que sostenía sus trabajos anteriores. La intención es clara: ampliar el registro, abrir espacio a nuevos tonos y encontrar un ritmo distinto sin perder el hilo narrativo. Lo que ofrece el disco es un retrato consciente de ese proceso, con todos sus desajustes y también con sus aciertos puntuales.
Con una estructura clara que se apoya en el contraste entre ‘Un día genial’ y ‘Un día horrible’, el álbum propone una narrativa circular sobre los altibajos que atraviesan lo cotidiano. El enfoque no es discursivo ni simbólico, sino muy literal, con letras que relatan acciones, emociones o reacciones desde una perspectiva directa. Esa elección le da al disco un carácter accesible, aunque también lo empuja en ocasiones hacia una exposición demasiado plana, donde lo sencillo corre el riesgo de volverse intrascendente.
Uno de los ejes del disco está en el giro idiomático. Solo ‘Self-diagnose’ conserva el inglés, mientras que el resto de temas adoptan el castellano como lengua principal. La decisión parece más contextual que estratégica, y funciona bien cuando las letras se abren hacia un relato emocional reconocible sin forzar el efecto. En otros casos, el lenguaje se limita a una función casi descriptiva, como si la necesidad de claridad absorbiera cualquier ambigüedad expresiva. Esa fricción entre lo que se quiere decir y cómo se dice aparece de forma intermitente a lo largo del álbum.
El trabajo de producción multiplica las capas y añade nuevos timbres a la base habitual de Yawners. Guitarras acústicas, sintetizadores y detalles electrónicos aportan un nuevo color a muchas de las canciones, sin desplazar del todo el núcleo guitarrero del proyecto. En temas como ‘Las horas pasan’ o ‘La estrella eres tú’ esta mezcla encuentra un buen equilibrio. En otros momentos, la densidad de elementos no se traduce en profundidad, sino en una sensación de indecisión estética. Aun así, esa búsqueda tiene un valor propio, más cercano a la curiosidad que al cálculo.
Entre los momentos más definidos del disco, ‘Dolor en el pecho’ y ‘1 de enero’ sostienen una cierta solidez rítmica y melódica. La primera articula un vaivén entre calma y tensión que funciona como reflejo emocional de sus versos. La segunda recupera parte del impulso melódico que marcaba los discos anteriores, con un enfoque más claro y una interpretación vocal más convincente. No sucede lo mismo en piezas como ‘Sálvame’ o ‘El intruso’, donde la estructura se diluye y la producción no logra cohesionar las partes.
‘Superbucle’ no se presenta como una colección de singles, sino como un conjunto que intenta mantener una línea de continuidad emocional y conceptual. La idea del bucle se refuerza tanto desde lo narrativo como desde lo sonoro, aunque no siempre logra sostenerse con claridad. Las repeticiones, tanto de versos como de recursos estilísticos, crean una sensación de familiaridad que a veces se transforma en monotonía. Sin embargo, en el marco general del disco, estas decisiones no parecen accidentales, sino parte de una apuesta por no complicar más de lo necesario.
‘Superbucle’ no amplía el repertorio de Yawners de forma clara, pero tampoco lo desgasta. Es un disco con momentos lúcidos, donde se percibe una voluntad de experimentar con nuevos códigos sin soltar del todo lo anterior. Su mayor virtud quizá sea la honestidad de su planteamiento, incluso cuando algunas canciones no alcanzan todo el desarrollo que podrían haber tenido. Hay algo en esa tensión entre intención y resultado que mantiene el interés por lo que pueda venir después. Un disco que se mueve entre lo seguro y lo tentativo, y que, sin ser decisivo, mantiene una posición en movimiento.
Conclusión
‘Superbucle’ propone una expansión sonora de Yawners hacia lo acústico y lo sintético, con aciertos puntuales que conviven con otros momentos menos definidos, dando lugar a un conjunto honesto, pero irregular.

