Review

Lifeguard - Ripped and Torn

Lifeguard

2025

8.1


Por -

‘Ripped and Torn’, el debut de larga duración del trío de Chicago Lifeguard, se presenta como un ejercicio deliberado de desajuste. No hay intención de complacer ni de establecer un territorio cómodo desde el que operar. El grupo formado por Kai Slater, Asher Case e Isaac Lowenstein, llega a este álbum con una conciencia temprana de lo que implica hacer música sin domesticar los impulsos. No responden a un molde estilístico sino a una acumulación de formas de escucha en tensión constante.

Lifeguard no propone una narración lineal ni un concepto cerrado. ‘Ripped and Torn’ parece más interesado en registrar el momento justo en que una estructura empieza a resquebrajarse. Como si se tratara de un documento sonoro de una colisión premeditada. Hay aquí una manera particular de habitar el ruido: no como un accidente, sino como una herramienta que organiza la composición. Esa postura permea todo el disco y desordena cualquier expectativa de linealidad.

Desde el primer golpe de ‘A Tightwire’, la estrategia queda clara: el disco se construye sobre la fricción. Riffs entrecortados, cambios de ritmo y líneas vocales que aparecen y desaparecen sin anclaje evidente. La pieza actúa como una introducción a un sistema interno que no responde a convenciones externas. No hay una progresión convencional, sino una acumulación de gestos y cortes que colocan al oyente dentro de una mecánica disfuncional.

‘It Will Get Worse’ endurece esa fórmula con estallidos de percusión y distorsión que no derivan en una catarsis, sino en una secuencia de fragmentos que se suceden con violencia contenida. La manera en que se integran los coros y los acentos rítmicos no busca la adhesión, sino más bien un tipo de trance contradictorio, en el que lo reconocible se disuelve justo antes de concretarse.

Hay piezas que funcionan como interrupciones dentro del álbum. ‘Me and My Flashes’, ‘Music for 3 Drums’ o ‘Charlie’s Vox’ parecen ejercicios sonoros más que canciones. No son descansos, sino puntos de fuga que confirman la naturaleza discontinua del disco. Funcionan como manifestaciones breves de una estética que no pretende estabilidad. En lugar de dividir el álbum en fases o bloques, lo extienden como una superficie irregular donde la secuencia de cortes altera constantemente la forma de entender lo anterior.

En ‘Under Your Reach’, la guitarra y el bajo adoptan un rol más armónico, aunque la estructura de la canción se pliega varias veces sobre sí misma. La primera parte sugiere una cierta contención, pero no tarda en deslizarse hacia una ruptura que vuelve a situar al grupo en el terreno de lo incierto. Ese juego entre densidad y suspensión es una constante, especialmente en ‘How to Say Deisar’, donde la percusión empuja y desordena una base que apenas logra sostenerse.

Uno de los momentos más notables del disco es ‘(I Wanna) Break Out’, donde el grupo expone su forma más compacta sin perder la tensión acumulada. La voz se sostiene sobre un fondo que se descompone lentamente, con acordes desfigurados que parecen lanzarse unos contra otros en busca de cohesión. Lo que genera esta canción no es tanto su forma como la manera en que amenaza con desaparecer en cualquier momento.

Cuando llega ‘Like You’ll Lose’, el enfoque se desplaza hacia una especie de patrón repetitivo que no deja de mutar. El tratamiento del ritmo y las líneas vocales crean un efecto hipnótico que no suaviza, sino que intensifica el carácter inestable del disco. Aquí se pone en juego una idea de movimiento constante que atraviesa todo el álbum.

La secuencia final refuerza esa impresión. ‘France And’ y ‘Ripped + Torn’ presentan una versión más sostenida de las tensiones anteriores. La segunda, que da título al disco, organiza sus capas a través de un avance progresivo que nunca culmina en un clímax, sino que va disolviendo la tensión de manera gradual. Los elementos melódicos aparecen como restos de una estructura mayor que ya se ha descompuesto.

El cierre, ‘T.L.A.’, introduce una aparente claridad que nunca llega a concretarse. La frase “Words like ‘tonality’ come to me” se desliza sobre una base que insinúa resolución, pero lo hace como si se tratara de una cita leída en voz baja. No hay redención ni epílogo, solo un desvío más dentro de una ruta que nunca fue lineal.

‘Ripped and Torn’ no pretende ser una obra totalizadora ni una declaración de intenciones. Es más bien un espacio que se reconfigura continuamente. Lifeguard parecen conscientes de que lo que importa no es lo que permanece, sino aquello que se transforma a cada instante. La tensión constante entre ruido y forma, entre gesto y estructura, se convierte en el verdadero núcleo del disco. Aquí no hay narrativas, solo energía acumulada y puesta en juego sin red.

Conclusión

Lifeguard despliegan en ‘Ripped and Torn’ una energía convulsa que se apoya en la tensión entre descontrol y contención, generando una propuesta que encuentra dirección incluso en sus momentos más disgregados.

8.1

Álbum

Lifeguard - Ripped and Torn

Artista

Lifeguard

Año

2025

Discográfica

Matador

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.