La nostalgia de un viaje por carretera se convierte en el telón de fondo de ‘Pacific Highway Music’, el nuevo álbum de Skegss. Este trabajo evoca imágenes de la icónica autopista australiana que inspira su nombre, un lugar de tránsito constante que conecta destinos, pero que también invita a la contemplación. La música de este disco es una suerte de reflejo de esos momentos en los que el camino, el paisaje y la mente se entrelazan, creando una sensación de libertad y abandono. Así, el dúo logra tejer un recorrido musical que se siente a la vez familiar y novedoso, sin desviarse de sus raíces, pero dejando espacio para nuevas exploraciones sonoras.

‘Pacific Highway Music’ abre con ‘Tradewinds’, un tema que marca el tono del álbum con una combinación de riffs suaves y un ritmo constante que se siente como la primera bocanada de aire fresco al salir de la ciudad. La canción refleja la sencillez característica de Skegss, pero incorpora una capa de atmósferas que sugieren un cambio de dirección, aunque leve. La lírica se desliza en un ambiente despreocupado que, sin embargo, deja entrever una introspección más profunda en sus líneas.

El disco no tarda en mostrar sus cartas más enérgicas con ‘High Beaming’, un corte que mantiene la esencia de Skegss con su ritmo vibrante y coros pegajosos. La canción parece diseñada para acompañar un paseo al atardecer, con el sol cayendo lentamente sobre el horizonte. Hay en este tema un intento claro de capturar un estado de ánimo optimista, pero sin negar la posibilidad de melancolía, lo que le otorga un tono ambiguo que se mantiene en todo el disco.

Uno de los momentos más destacados es ‘Spaceman’, que introduce una narrativa que explora la sensación de aislamiento, mezclada con melodías que recuerdan los días más tranquilos del verano. La simplicidad de sus acordes permite que la canción se eleve sin esfuerzo, logrando una conexión emocional que deja al oyente flotando en un mar de reflexiones. Este tema también refleja el esfuerzo del dúo por experimentar con nuevos elementos sonoros, incorporando una estructura más compleja que sus trabajos anteriores.

La influencia de la carretera y los viajes es recurrente, como se percibe claramente en ‘Brain On The Highway’ y ‘Stuck In Cheyenne’. Ambas canciones exploran las distancias físicas y emocionales, creando paisajes sonoros que combinan guitarras nostálgicas con letras que evocan la soledad del trayecto. ‘Stuck In Cheyenne’, en particular, narra una experiencia durante una gira por Estados Unidos, un momento de pausa forzada que se transforma en canción. La capacidad del dúo para traducir eventos cotidianos en piezas musicales destaca aquí, logrando que una situación tan específica se vuelva universal a través de la música.

La experimentación tímida pero efectiva continúa con ‘I Think I Can Fly’, que presenta una apertura acústica sencilla antes de introducir efectos que aportan un aire retro. La canción parece juguetear con la idea de elevarse y caer, tanto en sus letras como en su ritmo, llevando al oyente a un vaivén que resulta tan calmante como inquietante.

Skegss logran capturar lo que significa encontrar belleza en lo ordinario, destacando los pequeños momentos de claridad que pueden surgir en medio de la monotonía de un largo trayecto. Canciones como ‘It Is’ y ‘Kelly Heroes’ cierran el álbum con un tono reflexivo, ofreciendo una especie de conclusión serena tras el viaje. ‘Kelly Heroes’, en particular, se siente como una despedida perfecta, con su ritmo pausado y la incorporación de elementos que evocan una suerte de calma después de la tormenta.

En general, ‘Pacific Highway Music’ no se desvía radicalmente de la fórmula conocida de Skegss, pero introduce matices que revelan un deseo de evolución. La mezcla de ritmos pausados y otros más animados refleja la dualidad de sus intenciones: crear un álbum que sea tanto para relajarse como para acompañar momentos de introspección. A pesar de la inclusión de sintetizadores y experimentos sutiles, la esencia del grupo sigue intacta, entregando una experiencia auditiva que se siente sincera y sin pretensiones.

En definitiva, este disco parece diseñado para momentos de tránsito, no solo en el sentido físico, sino también emocional. Skegss mantienen su identidad, pero se permite explorar pequeños cambios que enriquecen el viaje sonoro de ‘Pacific Highway Music’. Aunque la estructura no siempre sorprende, la ejecución es impecable, ofreciendo un álbum que sabe exactamente lo que quiere transmitir: la sensación de movimiento constante y la tranquilidad que ello puede traer.