El agua, en todas sus formas, es capaz de transformar, de conectar. ¿Cómo se traduce esa fluidez en sonido? En ‘Onsen Music’, Shoko Igarashi parece explorar esta pregunta desde múltiples perspectivas, tomando como referencia las propiedades sensoriales y emocionales de los tradicionales baños japoneses. Este disco no solo es una colección de canciones; es un espacio de inmersión, un mapa de sensaciones que se despliega con cada nota.
La idea de ‘EN’, eje conceptual del álbum y primer sencillo, enraíza profundamente en la noción de conexiones que trascienden el tiempo y el espacio. ‘EN’, con su instrumentación elegante y su ritmo hipnótico, dibuja un círculo que no se cierra, sino que se reinventa continuamente. Este concepto se percibe como un pulso interno que atraviesa todo el trabajo, invitando al oyente a contemplar la naturaleza cíclica de las relaciones y los encuentros. El término, tan arraigado en la filosofía budista, encuentra en las composiciones de Shoko un paralelismo musical: momentos de tensión y resolución que fluyen con naturalidad.
La estructura del disco recuerda a un paseo por distintos tipos de aguas termales. Canciones como ‘Bubbly Streams’ y ‘Moonlit Tide’ parecen evocar burbujas y corrientes bajo la luz de la luna, mientras que otras, como ‘Steamy Waves’, transmiten una calidez envolvente. La riqueza de texturas sonoras en cada tema, lograda a través de la integración de elementos electrónicos y acústicos, construye paisajes que resultan tan tangibles como oníricos. Es un trabajo que, aunque apela a la relajación, mantiene una vitalidad rítmica que desafía la idea de lo contemplativo como algo estático.
El saxofón, una constante en el universo sonoro de Igarashi, asume aquí un papel transformador. En lugar de liderar las melodías, se entrelaza con sintetizadores y beats para crear atmósferas. En ‘Ripple Reflections’, por ejemplo, el fraseo del saxofón parece reflejarse en un espejo de sonidos electrónicos, generando un diálogo que se expande y contrae, como si siguiera el ritmo de una respiración. Hay en este disco una sensibilidad particular para combinar lo orgánico con lo sintético, un equilibrio que no busca fusionar opuestos, sino resaltar su complementariedad.
El pasado artístico de Shoko Igarashi resuena en cada uno de los temas, desde la influencia del jazz setentero hasta guiños a la city-pop japonesa. ‘Gentle Currents’ encapsula esta mezcla de estilos, con una línea de bajo que recuerda a Earth, Wind & Fire, pero tratada con una delicadeza más propia del minimalismo. Sin embargo, lo que hace distintivo a ‘Onsen Music’ no es solo su capacidad de mezclar influencias, sino la forma en que estas se integran para formar un sonido coherente y evocador.
Aunque el álbum se mueve en un terreno temático que podría parecer íntimo, hay en él un eco universal. Los ciclos, las conexiones y el movimiento constante que evocan canciones como ‘Endless Flow’ trascienden lo personal para hablar de algo más amplio. Es un trabajo que no solo invita a ser escuchado, sino a ser habitado, como si cada canción ofreciera una pequeña habitación sonora donde el oyente puede encontrar refugio.
El cierre del disco, ‘Still Waters’, parece resumir la esencia de ‘Onsen Music’. En su minimalismo, ofrece un momento de calma que no se siente definitivo, sino como un respiro antes de un nuevo comienzo. La música de Shoko Igarashi no busca respuestas; más bien, deja espacio para que cada oyente encuentre las suyas.
‘Onsen Music’ se presenta como una propuesta que, sin grandes pretensiones, logra ser cautivadora. La habilidad de Shoko Igarashi para transformar lo cotidiano en algo extraordinario encuentra aquí su máxima expresión, ofreciendo un álbum que es tanto un viaje como un destino.
Conclusión
Shoko Igarashi presenta en ‘Onsen Music’ una obra donde convergen melodías etéreas y bases rítmicas vibrantes, logrando un balance entre el dinamismo de la electrónica y la espiritualidad del jazz.

