El nuevo álbum de Godspeed You! Black Emperor, ‘NO TITLE AS OF 13 FEBRUARY 2024 28,340 DEAD’, se enmarca en un contexto global marcado por la tragedia humanitaria, en particular, la devastación en Gaza. Desde su título, que alude explícitamente a la cifra oficial de fallecidos en el genocidio de Israel sobre Palestina, el álbum no deja lugar a interpretaciones optimistas. Es un grito silencioso que emerge desde las ruinas, convirtiendo el dolor colectivo en una experiencia sonora que evita el sentimentalismo, pero no por ello pierde impacto.

‘SUN IS A HOLE SUN IS VAPORS’ abre con una señal que parece despertarse, un ruido que simula la transmisión de una radio abandonada. Las guitarras toman protagonismo, distorsionadas, como si se esforzaran por proyectarse hacia un vacío infinito. La pieza se desarrolla en un ambiente que fluctúa entre la calma inquietante y la desesperación silenciosa. Las líneas de bajo, tan sutiles como esporádicas, dan un carácter minimalista al conjunto, mientras que la percusión permanece siempre contenida, apenas insinuada. Este primer tema parece sugerir que la tragedia no es inmediata, sino algo que ya ha sucedido, un escenario post-apocalíptico donde solo quedan los ecos de lo que fue. La angustia que se percibe aquí no es explícita, pero está presente en cada acorde.

El álbum continúa con ‘BABYS IN A THUNDERCLOUD’, donde el ambiente se carga de electricidad, como si una tormenta estuviera acercándose desde el horizonte. Las guitarras se alargan en reverberaciones que, aunque tranquilizadoras en un inicio, pronto se ven desbordadas por la percusión que simula truenos lejanos. La tensión se intensifica con cada golpe de batería, con cada distorsión de las guitarras que irrumpen como rayos. La pieza se articula en una serie de movimientos que invitan al oyente a experimentar la fuerza incontrolable de la naturaleza, el tipo de fuerza que, a pesar de toda la violencia humana, sigue siendo indomable. Las cuerdas añaden una capa de solemnidad que recuerda que, incluso en la devastación, hay algo más allá, un poder natural que trasciende la intervención humana.

En ‘RAINDROPS CAST IN LEAD’, la banda lleva al oyente a una suerte de marcha forzada, con trompetas distorsionadas que rompen el ambiente y tambores que impulsan el ritmo hacia una especie de clímax apocalíptico. Aquí, Godspeed You! Black Emperor parece estar construyendo una metáfora sonora del caos, donde las explosiones parecen reproducirse en un espectáculo opresivo. La voz de una emisión breve se filtra entre la cacofonía, como una transmisión de última hora que apenas puede ser escuchada. Este corte es el más urgente de todos, una representación musical del colapso, del caos inminente que no deja respiro hasta que, al final, la distorsión se apaga lentamente en una nube de ruido.

‘BROKEN SPIRES AT DEAD KAPITAL’ adopta un enfoque más pausado, sumergiendo al oyente en un paisaje sonoro desolado. Las notas graves del bajo suenan como advertencias, interrumpiendo la calma con golpes secos que parecen anunciar el final. Esta pieza recuerda, en espíritu, a ‘Dead Flag Blues’ del debut de la banda, donde la sensación de caminar por un mundo destruido es palpable en cada segundo. La composición es pesada, casi fúnebre, un espacio donde la devastación se convierte en un estado perenne. El bajo y la batería marcan un lento avance, como si cada paso se diera sobre los escombros de un mundo derrumbado.

‘PALE SPECTATOR TAKES PHOTOGRAPHS’ da continuidad a esta atmósfera, con percusiones que se asemejan a detonaciones en la distancia. Las cuerdas, por otro lado, proporcionan un sentido de trascendencia, como si las imágenes de destrucción fueran observadas desde una distancia segura. A medida que el tema avanza, se hace evidente un contraste entre la distancia emocional y la implicación ineludible en el caos, reflejando la tensión entre la indiferencia y la implicación activa en los horrores de la guerra. El título parece sugerir esta ambivalencia, donde el espectador, aunque pasivo, no puede evitar ser testigo de la devastación.

Finalmente, ‘GREY RUBBLE – GREEN SHOOTS’ cierra el álbum con un tono más esperanzador, aunque frágil. Las cuerdas lloran suavemente mientras las guitarras dibujan una melodía que evoca el renacer. La banda propone una visión de lo que podría ser: una reconstrucción entre las ruinas. Aquí, la música se convierte en una metáfora de la resistencia, de la posibilidad de vida incluso en medio de la destrucción total. A través de los escombros, aparecen pequeños brotes verdes, símbolo de que, pese a todo, la vida continúa. No se trata de un optimismo ingenuo, sino de una esperanza que emerge desde el conocimiento profundo del dolor y la pérdida.

El álbum ‘NO TITLE AS OF 13 FEBRUARY 2024 28,340 DEAD’ es, en su conjunto, un trabajo que evita el consuelo fácil. Cada pista se desenvuelve en un entorno hostil, donde las emociones están marcadas por la angustia y la lucha, pero siempre queda un rastro de algo más, una chispa que ilumina las sombras del mundo devastado que presenta. La instrumentación, con su combinación de cuerdas, guitarras distorsionadas y percusiones erráticas, construye un paisaje sonoro que refleja no solo el conflicto, sino también el poder intrínseco de la naturaleza y el ser humano frente a la destrucción. Godspeed You! Black Emperor sigue manteniendo su enfoque político y artístico con una coherencia implacable, sin concesiones a la comercialidad ni a las estructuras convencionales.

Este es un álbum que exige atención, no solo por su complejidad sonora, sino por su mensaje subyacente: aunque la destrucción sea abrumadora, siempre queda algo por lo que luchar. En ‘NO TITLE AS OF 13 FEBRUARY 2024 28,340 DEAD’, Godspeed You! Black Emperor ofrece un testimonio musical de la resistencia, en medio de una era marcada por el caos y la violencia. La música aquí no solo acompaña los tiempos convulsos que vivimos, sino que los enfrenta directamente.