Review

Wet Leg - Moisturizer

Wet Leg

2025

7.5


Por -

Wet Leg no parecen especialmente interesadas en cumplir ningún guion previsible. Volver con un segundo álbum después de una entrada tan ruidosa en el panorama musical podría haber significado repetirse, intentar suavizar su discurso o domesticar lo que fue puro impulso inicial. Pero lo que proponen ahora, bajo el título ‘Moisturizer’, tiene más que ver con una mirada frontal hacia sí mismas que con una reacción a lo externo. El álbum se siente como un gesto de asentamiento interno, más que una declaración de intenciones hacia el público.

Convertidas ya en una formación de cinco integrantes, las voces principales de Rhian Teasdale y Hester Chambers se integran dentro de un conjunto que ha decidido ampliar sus recursos sin disolver su identidad. Las canciones de ‘Moisturizer’ no emergen como una acumulación de momentos diseñados para llamar la atención, sino como una serie de relatos que funcionan por arrastre, como si hubieran sido escritos en habitaciones cerradas y después dejados secar al sol, sin limpiar las marcas.

‘CPR’ inicia el recorrido con un ritmo que no da tregua, una batería seca y una línea vocal que se va quebrando entre lo lacónico y lo desesperado. La canción se estructura desde una lógica contradictoria, donde el acto romántico roza la urgencia médica: “Put your mouth to mine and give me CPR”. Aquí no hay lugar para metáforas delicadas, sino para una exposición literal del desgaste emocional.

En ‘Catch These Fists’, el cuerpo se vuelve un límite que no se quiere negociar. La línea de bajo marca la insistencia de alguien que ha aprendido a anticipar el desagrado en espacios nocturnos. La voz no se alza desde una posición de víctima, sino desde un fastidio articulado con una frialdad que no busca comprensión: “I just threw up in my mouth / when he just tried to ask me out”.

‘Pillow Talk’ recoge la línea sexual con un nivel de literalidad inusual incluso dentro de los códigos de provocación del grupo. Lo explícito no opera como un reclamo, sino como una saturación que evita cualquier lectura edulcorada de la intimidad. Aquí, como en otros puntos del disco, los elementos sonoros industriales son clave para entender que lo erótico no se concibe como alivio, sino como tensión inagotable.

La contracara llega con ‘Davina McCall’, donde los elementos se aligeran sin perder complejidad. Guitarras que se expanden en reverberación y una voz que evita cualquier sobreactuación componen un retrato de afecto que parece surgir en mitad del cansancio. La mención a la figura televisiva opera como ancla cultural, sí, pero sobre todo como forma de evidenciar que los afectos contemporáneos también se construyen desde el exceso de referencias compartidas.

‘Mangetout’, por su parte, retoma una forma de burla que no es simple caricatura. El estribillo “Get lost forever” resume una pulsión de rechazo que, en lugar de expresarse con furia, se deja caer con displicencia. En ese gesto hay más fuerza que en cualquier alarde de superioridad moral.

Otros cortes, como ‘Pond Song’ y ‘Pokemon’, abren espacio a una ternura casi accidental. Las letras no caen en lo confesional, sino que muestran imágenes que se agotan rápido, como si no quisieran congelarse en una emoción concreta. Lo romántico aparece así como una forma de deriva, no como un lugar fijo. En ‘11:21’, esa deriva toma forma de balada contenida, una rareza dentro del conjunto, que funciona como una rendija desde la cual asomarse a una tristeza que no reclama atención.

El cierre con ‘U and Me at Home’ deja una sensación de bajada de ritmo que no es caída, sino recogimiento. La cotidianeidad de una relación estable no se idealiza; se expone con una mezcla de sarcasmo y afecto que refleja más un estado de convivencia que un clímax emocional.

‘Moisturizer’ no se presenta como una obra construida para impactar desde el exterior, sino como un conjunto de piezas que se ordenan desde lo vivido. Wet Leg no disuelven su actitud provocadora, pero la desplazan a espacios menos inmediatos, menos decibles. El resultado no depende de grandes revelaciones, sino de una acumulación de gestos que, juntos, dibujan una estructura donde lo afectivo se sostiene en su propia inestabilidad.

Conclusión

En ‘Moisturizer’, Wet Leg desarrollan una visión emocional con múltiples bordes, oscilando entre lo agresivo y lo íntimo sin perder cohesión ni ritmo.

7.5

Álbum

Wet Leg - Moisturizer

Artista

Wet Leg

Año

2025

Discográfica

Domino

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.