Review

Maria Somerville - Luster

Maria Somerville

2025

8


Por -

En el transcurso de los últimos años, Maria Somerville ha ido modelando una forma de entender la música donde las condiciones materiales de su entorno no son un simple telón de fondo, sino parte esencial de la composición. 'Luster' se gestó tras su regreso a Connemara, una región que ofrece una geografía de ritmos pausados y horizontes abiertos, alejados de la aceleración urbana. Desde allí, Somerville reconstruye un lenguaje sonoro que no persigue revivir formas pasadas ni proyectar futuros imposibles, sino habitar el presente a través de texturas que se despliegan como una extensión del paisaje que la rodea.

'Luster' recoge y condensa esa vibración particular que ocurre en lugares donde la civilización no logra del todo doblegar la materia. La música aquí nunca se sostiene en impulsos grandilocuentes ni tampoco se escurre hacia lo anecdótico. Las canciones respiran con un ritmo distinto, muy propio de quien ha sido afectada por el silencio húmedo de los campos y las corrientes del Atlántico. Maria Somerville, acompañada de colaboradores como Diego Herrera o Ian Lynch, despliega una arquitectura sonora donde la fragilidad no es debilidad, sino un tipo diferente de materialidad que se extiende y se pliega, sin necesidad de imponer una estructura rígida.

Desde la apertura con 'Réalt', donde un arpa apenas punteada se confunde con una niebla sonora, hasta el cierre de 'October Moon', donde se escuchan las olas replegándose en la costa, el álbum se articula como una secuencia de pequeñas derivas. 'Projections' muestra cómo la memoria se infiltra en el presente: "Projections of you/In my head", canta Somerville, arrastrando la voz como si intentara estirarla a través del tiempo mismo. No se trata de nostalgia sino de una forma de deformación sensorial, donde el pasado y el futuro no son categorías estancas.

'Spring' marca uno de los movimientos más tangibles del álbum. Aquí, los patrones de trip-hop se entrelazan con voces tratadas electrónicamente, que serpentean entre la percusión y una guitarra levemente distorsionada. Lejos de buscar un golpe de efecto, la canción encuentra su fuerza en el modo en que esas capas se entrecruzan sin necesidad de colisionar. 'Violet', por su parte, introduce una nota distinta: los uilleann pipes de Ian Lynch emergen casi como un eco primitivo, mientras la base rítmica se sostiene apenas sobre un tamborileo quebradizo, siempre al borde de desaparecer.

En 'Halo', el tratamiento de la voz alcanza una disolución aún mayor. Las palabras, inmersas en un mar de reverberaciones, apenas logran abrirse paso, reforzando la impresión de que lo importante no es tanto el contenido literal de las letras sino el modo en que se disuelven en el tejido sonoro. 'Garden' intensifica esa búsqueda de un espacio intermedio: las guitarras, los sintetizadores y la percusión no compiten entre sí, sino que ocupan lugares intersticiales, dibujando un mapa de luces tenues y sombras que no terminan de aclararse.

En 'Stonefly', la repetición del verso "Without you..." refuerza la sensación de que el álbum no se dirige hacia una resolución narrativa. Más bien, lo que se despliega es un conjunto de escenas suspendidas, momentos en los que el significado se adivina pero no se clausura. 'Up', en su avance sereno, convierte el dolor en un gesto de apertura, como quien encuentra en el vacío una nueva posibilidad de desplazamiento.

'Luster' no presenta una sola cara, ni busca en ningún momento resultar evidente. Su naturaleza está más cerca de una sucesión de transformaciones sutiles, donde cada instrumento, cada voz, cada capa de sonido ocupa un lugar preciso dentro de un conjunto que se sostiene en el equilibrio inestable de la dispersión. Lejos de la reclusión de su anterior 'All My People', Somerville permite que las colaboraciones expandan las dimensiones del disco sin saturarlas. El resultado es una obra que no ofrece grandes clímax ni declaraciones definitivas, sino una serie de movimientos contenidos que encuentran su sentido en su propia imprecisión controlada.

La materia que compone 'Luster' proviene tanto del entorno natural de Connemara como de las interacciones humanas que fueron sedimentándose durante su creación. Cada canción parece dibujar un espacio, abrir una estancia donde el tiempo no corre de manera lineal, sino que se repliega, se dobla sobre sí mismo y luego vuelve a desplegarse. De este modo, Maria Somerville logra hacer de su música algo que no pretende interpretar la realidad sino simplemente coexistir con ella, como un rumor que acompaña el paso de quien camina sin rumbo fijo, solo atento a lo que el viento arrastra.

Conclusión

‘Luster’ de Maria Somerville transforma la quietud en una sucesión de paisajes eléctricos y orgánicos, combinando susurros, guitarras esculpidas y memoria ambiental.

8
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9.4

Álbum

Maria Somerville - Luster

Artista

Maria Somerville

Año

2025

Discográfica

4AD

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.