Review

Veintiuno - La balada de Delirio y Equilibrio

Veintiuno

2025

3


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Volver a revisitar una historia cuando ya has hablado de ella no siempre implica profundidad, pero puede ser revelador si se identifica el propósito. 'La balada de Delirio y Equilibrio', nuevo trabajo de Veintiuno, nace de un gesto de recuperación que aspira a completar una narración anterior: la de una relación rota ya abordada en la canción 'Delirio y Equilibrio', incluida años atrás en el álbum 'Gourmet'. Esta vez, el grupo parece querer mirar atrás sin despegarse del presente, como si al fijar un recuerdo desde múltiples ángulos pudiera emerger algún tipo de verdad que nunca se dijo. Pero la memoria no siempre aporta claridad, y menos aún cuando se trabaja sobre ella desde un exceso de simbolismo.

Hay un deseo visible de que todo el disco funcione como una estructura circular. Desde 'Destello', que se apoya en un mensaje de voz convertido en pista de apertura, hasta los constantes guiños visuales y sonoros que conectan con el universo gráfico de la portada, los trece cortes que componen el álbum están pensados como un recorrido cohesivo. Sin embargo, esa cohesión resulta más aspiracional que efectiva. Las canciones tienden a la sobreexplicación emocional y al trazo grueso. Cada verso, cada arreglo parece más pendiente del impacto que del contenido, y eso lastra cualquier posibilidad de impacto real.

Los momentos en los que el disco intenta proyectar madurez narrativa, como sucede en 'Perder los modales' o 'Irremediable', acaban encapsulados en letras que buscan con insistencia una resonancia que no alcanzan. La frase “hazlo como si no importara, como si fuera irremediable” pretende ser un hallazgo, pero se desvanece en un contexto saturado de metáforas previsibles y escenografías emocionales impostadas. Este tipo de composición, que pretende ser directa y al mismo tiempo simbólica, acaba generando un terreno resbaladizo donde el mensaje se percibe más como una construcción estética que como una necesidad expresiva.

Las colaboraciones, lejos de oxigenar el conjunto, se integran de forma decorativa. En 'Acantilado', Enol aporta una interpretación anodina que no modifica el tono general del disco. 'Complicidad', con Malena Villa, busca una intimidad que no trasciende la anécdota de su grabación. La inclusión de voces externas no construye nuevas dinámicas ni cuestiona el enfoque inicial. Al contrario, parecen estar al servicio de una idea cerrada de disco, donde todo ha sido previamente definido, incluso antes de que las canciones tomaran forma.

Instrumentalmente, el álbum sigue una línea uniforme, con estructuras de pop melódico que no terminan de arriesgar. Hay un intento por introducir matices digitales en pistas como 'Lalaland' o 'Medalla de plata', pero quedan diluidos entre arreglos que priorizan una atmósfera reconocible antes que el hallazgo tímbrico. El uso reiterado de ambientes medios, sin variaciones relevantes en tempo o intensidad, contribuye a una sensación de estancamiento, donde cada canción parece una variación tenue de la anterior. El supuesto contraste entre delirio y equilibrio que titula el disco no se traduce en dinámicas musicales claras.

Tampoco ayuda que la producción, cuidada hasta el mínimo detalle, actúe como un velo sobre la posible espontaneidad del conjunto. Hay errores mantenidos en la grabación, momentos donde se perciben golpes o voces lejanas, pero estos detalles no suman imperfección expresiva sino ruido calculado. En ningún caso se percibe como una elección orgánica, sino como un gesto más dentro del diseño general del disco. Esa voluntad de convertir cada elemento en símbolo produce un efecto de saturación que agota el discurso antes de que termine la escucha.

La propuesta estética, tan presente en el libreto como en la puesta en escena del grupo, remite a un tipo de construcción narrativa que se apoya en lo visual para intentar reforzar lo musical. Sin embargo, el peso de lo gráfico no compensa la falta de tensión en el desarrollo sonoro. Aunque cada canción remita a un capítulo de la historia y se ancle en un episodio biográfico, el resultado no consigue generar identificación ni distancia crítica. El disco se aferra a su idea original sin dejar espacio a que esta evolucione o se desestabilice, lo cual impide que el oyente participe de una manera activa.

'La balada de Delirio y Equilibrio' es un intento de dramatización emocional que no encuentra el equilibrio entre forma y fondo. Lo que podría haber sido un ejercicio de revisión honesta se convierte en una colección de decisiones estéticas que apuntan a una trascendencia construida sin urgencia ni dirección. Veintiuno han querido convertir una historia en una declaración, pero han terminado reforzando una identidad musical que se sostiene en un pasado que ya no interpela. La insistencia en rehacer una narrativa ya agotada deja al disco atrapado entre lo que quiere parecer y lo que realmente muestra.

Conclusión

El nuevo disco de Veintiuno enlaza canciones que reiteran sin tensión una historia personal inflada de solemnidad, sostenida por referencias y decisiones estéticas sin coherencia interna.

3

Álbum

Veintiuno - La balada de Delirio y Equilibrio

Artista

Veintiuno

Año

2025

Discográfica

Warner

Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.