La identidad no es un punto fijo, sino un espacio en constante cambio, un territorio que se desmorona y recompone con cada experiencia. 'Halo on the Inside' es un testimonio de esa transformación, construido en el silencio de la madrugada y amplificado con la grandilocuencia de quien ha decidido hacerse inmensa para no desaparecer. Circuit des Yeux ha creado un disco que no busca respuestas, sino que expone el peso de las preguntas sin enunciarlas. Desde el primer acorde de 'Megaloner', el pálpito del bajo introduce una sensación de presagio que persiste en todo el recorrido. Es un himno de individualidad ominosa, donde la voz de Haley Fohr se superpone en capas espectrales, oscilando entre la advertencia y la declaración de principios.
El disco no ofrece refugios. 'Canopy of Eden' intensifica el tono con su pulsación electrónica, una máquina que avanza con la cadencia de un ritual. "I am a trumpet and I have arrived", proclama Fohr, situándose en un papel de mensajera de verdades ambiguas. Pero 'Halo on the Inside' no es una obra de certezas, sino de insistencias y evocaciones. 'Skeleton Key' se mueve entre la ternura y la disociación, con una melancolía que se vuelve tangible en cada variación vocal, en cada golpe de piano que flota entre la bruma.
En el centro del álbum, 'Anthem of Me' ofrece una representación del yo como una entidad cambiante, donde la voz de Fohr se desdobla en un juego de sombras. "Come see what is surrounding / it's an anthem of me" es una afirmación que oscila entre la revelación y el encierro. Cada instrumento aquí se convierte en un eco, una reflexión de una identidad que se dispersa en su propia resonancia. 'Cathexis' aúna lo ritual con lo inmediato: la guitarra de Andrew Broder recorre la pieza con un acompañamiento hipnótico mientras las capas de voz parecen surgir desde un espectro en constante transmigración.
El punto más radical en la exploración sonora del disco llega con 'Truth', donde la estructura se desmorona y el ritmo queda suspendido entre pulsaciones sintetizadas y percusión manipulada. "Truth is just imagination of the mind", recita Fohr, y en ese mantra reside el carácter enigmático del álbum: la idea de que toda realidad es una construcción maleable, vulnerable a la percepción y la interpretación. 'Organ Bed' reconfigura la atmósfera, alzándose como una expansión monumental que culmina en una secuencia ascendente. "If you could wrap your arms around me / deep into infinity / I know you would", canta, y la música se pliega sobre sí misma, buscando una resolución que nunca llega del todo.
El final del disco es un despliegue de disolución. 'It Takes My Pain Away' abandona el componente vocal y se reduce a un latido constante, un loop de órgano que se expande hasta desaparecer. Es el único instante donde la densidad del álbum se aligera, permitiendo un respiro tras el viaje. Fohr no ofrece clausura, sino una disolución progresiva, dejando a la escucha en suspenso, en un espacio donde el eco de cada frase y cada nota persiste después del silencio.
'Halo on the Inside' es una obra que se construye desde la urgencia de la reinvención y el deseo de colapsar las estructuras convencionales. Circuit des Yeux no presenta un mensaje cerrado ni una conclusión definitiva; en su lugar, abre una grieta en la percepción y permite que la incertidumbre se filtre, resonando mucho después de que la última nota haya desaparecido.
Conclusión
'Halo on the Inside' de Circuit des Yeux es un disco de contrastes abismales: entre lo industrial y lo orgánico, entre la agresión y la contemplación. Con una voz que muta entre lo espectral y lo grandilocuente, el álbum es una inmersión en un espacio donde la identidad se deshace y reconstruye.

