En ‘frog song’, fish narc explora la intersección entre la memoria, el desarraigo y la búsqueda de sentido. Este disco marca un punto de inflexión en la carrera del productor y multiinstrumentista Ben Funkhouser, quien retoma las guitarras y el estilo crudo de su adolescencia en el Pacífico Noroeste. La atención al detalle en cada tema refleja su deseo de abrazar el pasado mientras encuentra un nuevo camino. El álbum abre con ‘my ceiling’, un tema marcado por las guitarras distorsionadas y las atmósferas shoegazey que evocan paisajes emocionales turbulentos. Las líneas “She picks me up when I'm down / These hands that hold up my ceiling” transmiten dependencia y fragilidad, una temática recurrente a lo largo del disco. La voz de Emma Hendry, pareja de Funkhouser, se convierte en un apoyo emocional y artístico que otorga mayor profundidad al tema.

‘Old band’ introduce una reflexión nostálgica sobre Hausu, una banda anterior de Funkhouser. Con su repetitivo estribillo “Sometimes I dream of Hausu”, el tema captura el conflicto interno entre el orgullo y el desencanto. Las guitarras rugosas y la estructura sencilla refuerzan esta sensación de pasado inacabado.En ‘boxy volvo’, la historia personal y los paisajes se entrelazan para formar un retrato íntimo de su relación amorosa. El coche del título simboliza recuerdos compartidos y sacrificios hechos en nombre del amor. Las imágenes de carreteras solitarias y noches frías remiten a viajes interiores y físicos, todos envueltos en melodías que alternan entre la suavidad y la contundencia. Por su parte, ‘Return in flames’ adopta un enfoque más crítico hacia la relación entre la naturaleza y la humanidad. Funkhouser, amante de la ecología, expresa su pesar por los ecosistemas degradados mediante letras pesimistas envueltas en una instrumentación engañosamente optimista. Las referencias a las praderas de Olympia y los rituales de quema controlada evocan una naturaleza resistente y castigada.

Con ‘crystal ball’, fish narc reinventa uno de sus temas antiguos, dotándolo de mayor profundidad gracias a la producción de Ava Smith. Las letras introspectivas se mezclan con un sonido de banda completa que captura la sensación de estar atrapado entre el pasado y el presente, reflejando su búsqueda constante de equilibrio.Mientras tanto, ‘Can you ever really know?’ aborda el catastrofismo emocional y la necesidad de autorregulación. La influencia de los 90 es clara, pero el tema también mantiene una frescura moderna gracias a su producción minimalista y sincera. Las referencias musicales a artistas pasados sugieren una reconexión con sus raíces, pero también un deseo de seguir avanzando.El viaje culmina con ‘disregulated’, un cierre melancólico que encapsula los altibajos emocionales del disco. La fluctuación constante entre estados de ánimo refleja la complejidad mental de Funkhouser y su lucha por encontrar estabilidad. Las guitarras sombrías y las sutiles notas de síntesis proporcionan una despedida agridulce que deja abierta la posibilidad de futuros caminos sonoros.

A nivel sonoro, ‘frog song’ es un homenaje implícito al legado del indie rock del Pacífico Noroeste. Funkhouser limita su paleta instrumental a guitarras, bajo, batería y algunas partes de piano dispersas, siguiendo la filosofía de “menos es más”. Este minimalismo no resta fuerza, sino que resalta la autenticidad de cada tema y permite que las letras brillen con una claridad poco habitual. fish narc ha tejido un disco que no busca revolucionar la música, sino reflejar la experiencia vivida con honestidad. En ‘frog song’, cada canción es un acto de reconciliación consigo mismo y con su historia, un viaje que invita a quienes escuchan a abrazar sus propias complejidades emocionales. Aunque el futuro sea incierto, Funkhouser parece estar más que preparado para afrontarlo.